QUIEREN AGILIZAR LA TRAMITACIÓN DE SOLICITUDES DE ASILO
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, ha prometido que el Gobierno se esforzará en agilizar la tramitación de las solicitudes de asilo, que aspira a que dure una media de cinco meses, pero también en la expulsión efectiva de los extranjeros que no tienen derecho a protección.
En una comparecencia ante los medios tras el acuerdo alcanzado ayer entre el Ejecutivo central y los estados federados para repartir las cargas financieras de la crisis de los refugiados, De Maizière pidió "paciencia" a los solicitantes de asilo, pero también exigió su "cooperación". "Ello implica que se diga de forma correcta cómo se llama uno y de dónde viene", precisó antes de denunciar la existencia de casos de pasaportes sirios falsos o de personas que alegan tener esa nacionalidad y se comprueba que no saben hablar árabe.
La canciller alemana, Angela Merkel, acordó con los líderes regionales que el Estado pagará una cantidad fija de 670 euros cada mes por cada solicitante de asilo mientras se tramita sus expediente, lo que supone un acicate para recortar los plazos. "Queremos integrar lo más rápido a las personas con derecho a protección y también que las personas que deben abandonar nuestro país lo hagan de forma efectiva", subrayó.
Tras comprobarse que había un sistema de incentivos perverso, entre los acuerdos está limitar la entrega de dinero en efectivo a los solicitantes de asilo, apostar por las prestaciones y no proporcionar estas últimas a las personas a las que se les haya dado un plazo para abandonar el país.
El paquete de medidas, reconoció, no soluciona el problema de los refugiados en un país que espera recibir este año más de 800.000 solicitudes de asilo, pero permitirá mejorar la gestión del mismo. El objetivo es que la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados sea reforzada con 3.000 nuevos empleados, lo que duplicaría su actual plantilla, aunque la propuesta debe ser refrendada todavía por el Ministerio de Finanzas.
La Oficina, encargada de las tramitaciones, tiene un atasco de más de 275.000 expedientes, mientras cada semana se siguen presentado miles nuevos.
El ministro consideró injustas las críticas a las condiciones en que son alojados muchos de los extranjeros, en tiendas de campaña y edificios provisionales, ante la falta de plazas en albergues, y consideró que aunque Alemania no puede ofrecer "ningún lujo", no puede avergonzarse de lo que está logrando. Compartir un aseo con varias personas es mejor que no tener aseo, recalcó.
Por otro lado quiso dejar claro que en ningún momento quiso criticar a la canciller cuando ayer dijo en un programa televisado que "el caos se produjo por la decisión de traer a Alemania a todas las personas que estaban en Hungría". Se produjo el caos, pero tras "una decisión correcta y humanitaria" en un momento en que era más importante ayudar que mantener el orden, agregó.