Coronavirus
Alemania y Austria llevan con su frontera cerrada desde mediados de marzo por la crisis del coronavirus y el próximo 15 de junio volverá a estar abierta tras una relajación de los controles dentro de la pandemia de COVID-19 que ha arrasado al mundo. Para poder viajar de Austria a España o Italia habrá que esperar un poco más.
La ministra austríaca de Turismo, Elisabeth Köstinger, en unas declaraciones a la radio pública ORF, precisó que el citado plan está supeditado a que las evoluciones de las cifras de contagios sean favorables en los países de destino.
Angela Merkel, y su homólogo austríaco, Sebastian Kurz, "acordaron una reapertura en dos fases", con una relajación de los controles fronterizos el 15 de mayo, un mes antes de la reapertura, precisó la ministra. "En el primer paso (ese permiso) se ampliará a los viajes de negocios en general y a las visitas a familiares", precisó.
Austria ve posible un plan similar con Suiza y busca liberalizar asimismo los regímenes fronterizos con los demás países vecinos salvo Italia.
España "más tarde"
Los austríacos tienen entre sus destinos favoritos nuestro país sin embargo, los viajes para ellos a España y Grecia, tardará en llegar aún. "Italia y España mantienen restringidos los viajes internos, por lo que se tardará aún un poco antes de que podamos liberar el régimen de viajes con esos países", destacó.
Además de las cifras de contagios, otros dos factores "muy importantes" para Austria son las capacidades del sistema sanitario y las nacionalidades de turistas de terceras naciones en el país de destino. "Huéspedes de países con un elevado índice de contagios pueden suponer un peligro si entran en contacto con austríacos", indicó.
Por otro lado, "el tráfico aéreo permanecerá restringido" de momento, por lo que inicialmente solo será posible viajar a los países vecinos, a los que se puede llegar por carretera o en tren.
En línea con Bruselas
Estos criterios están en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea tras calificar de "muy deseable" la idea de un proceso de reapertura coordinado entre todos los socios de la Unión Europea. Pero ello, advirtió, "no significa que todas las fronteras se deben reabrir al mismo tiempo, sino que los criterios para dar ese paso deben ser los mismos en todos los socios y regiones, en un proceso gradual".