Invasión rusa de Ucrania
La Unión Europea ya busca una salida para dar asilo a los rusos disidentes que han escapado al extranjero. Alemania ya acoge a muchos de ellos, con una fuerte división en el continente.
La llamada de Vladímir Putin a una movilización parcial militar ha provocado un éxodo inédito en la historia de Rusia, no visto ni tan siquiera en la etapa que se desintegró la Unión Soviética. Mientras cientos de miles de rusos son llamados al frente y deben marchar a Ucrania, la mayoría en contra de su voluntad, Europa ya se prepara para la llegada de los rusos que han huido del país, y que están decididos a no permanecer en suelo ruso bajo ningún concepto.
Alemania es de esos países que ya ha empezado a conceder asilo a los rusos que han huido del país antes de que Vladímir Putin ordenase prohibir la salida del país a todas las personas en edad de combatir. Los vuelos y billetes de transporte se agotaron en cuestión de minutos para escapar de Rusia, siendo las búsquedas más realizadas en el país las de "cómo abandonar Rusia" y "cómo romperse un brazo", con tal de no ingresar en las filas del Ejército ruso.
Aunque algunos países como Alemania ya ofrecen asilo a los rusos que han desertado, hay quienes se niegan tajantemente, como sucede con los países bálticos, que rechazan la presencia de los ciudadanos rusos. La Unión Europea ha pedido un consenso en esta cuestión entre todos sus miembros integrantes, para acordar cómo acoger conjuntamente a las personas que han protagonizado el éxodo ruso. Por ahora, no hay acuerdo unánime.
Comienzan los referéndums ilegales
Este viernes, comienzan los referéndums anunciados por Vladímir Putin para anexionarse determinadas zonas de Ucrania, como Jersón, Zaporiyia, o las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. La comunidad internacional ya avisa de que no reconocerá de ningún modo el resultado de estos referéndums, los cuales considera "ilegales", y da la razón a Ucrania en sus reclamaciones para mantener la contraofensiva y recuperar su territorio de manera íntegra.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, se levantó este pasado jueves del Consejo de Seguridad de la ONU en medio de una muy creciente tensión, donde Rusia se está quedando cada vez más sola. Con la sombra de la amenaza nuclear planeando sobre Europa, y con todos los integrantes de las Naciones Unidas avisando a Rusia de que no permitirán que Putin lance un nuevos ultimátum con su órdago nuclear y que pagará consecuencias muy caras si se atreve a continuar con sus amenazas.