Guerra ruso-ucraniana
"No pasa un día o una noche sin los brutales ataques de la artillería rusa en el Donbás. Solo las armas modernas y poderosas pueden detener tales acciones terroristas", son las últimas declaraciones de
Ya han pasado 137 días desde que comenzó la guerra ruso-ucraniana. En este tiempo, no ha pasado ni una sola jornada en la que Ucrania no fuera atacada. Al revés, el conflicto armado se ha intensificado.
Según fuentes de la Inteligencia occidental, Rusia no se conformaría solo con el control del Donbás y de la región de Jersón, sino que también querría dominar la región de Járkov, justo al norte del Donbás y donde en las últimas horas están aumentando los bombardeos.
La región de Járkov no se encuentra en Donbás, lo que contradice las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, quien dijo que sus tropas se encuentran en Ucrania para asegurar la independencia de Lugansk y de Donetsk, pero que en ningún caso ocuparían nuevos territorios ucranianos. Aun así, la región de Járkov, que todavía se encuentra bajo control ucraniano, es cercana a la frontera rusa y de mayoría ruso parlante, fue objetivo prioritario de las tropas de Moscú.
Origen del conflicto ruso-ucraniano
El 24 de febrero de 2022 comenzó la guerra ruso-ucraniana en el este y sur de la frontera entre ambos países debido a la invasión ordenada por Putin, pero hace mucho tiempo que se temía que esto pasara. Las claves de este conflicto son dos: la región de Donbás y el presidente prorruso Víktor Yanukóvich.
Rusia y Ucrania formaban parte de la antigua Unión Soviética (URSS) hasta su disolución en 1991. En ese momento, se hizo con el poder ruso Boris Yeltsin, quien fue sucedido por Vladímir Putin en 1999. Este último reformó la Constitución rusa y derogó la norma que prohibía más de dos mandatos consecutivos.
Una de las mejores alianzas para Putin fue Víktor Yanukóvich, presidente de Ucrania durante dos mandatos y separatista prorruso. Cuando el Parlamento de Ucrania le expulsó de la presidencia, Yanukóvich huyó a Rusia, Ucrania decretó una orden de busca y captura contra él por alta traición.
Poco después, Putin ordenó tomar la península de Crimea, así como las regiones de Donetsk y Lugansk. Los gobernantes de Crimea firmaron con Putin su independencia, estallando así una guerra que aún sigue en la actualidad.
En 2021, Rusia desplegó miles de tropas en la frontera con Ucrania que fueron aumentando, temiendo así una invasión inminente. El 21 de febrero de 2022, Putin reconoció la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, violando la soberanía de Ucrania. Tres días después, Putin inició la invasión en Ucrania.