TRAS EL REGRESO A LA LUCHA ARMADA
Nueve disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incluido un comandante, han sido asesinados en un bombardeo en el sur de Colombia, según ha anunciado el presidente Iván Duque.
Este ataque se produce después de que los ex líderes del grupo anunciaran una nueva ofensiva esta semana. El anuncio fue condenado por el gobierno, las Naciones Unidas y el partido político de las FARC, cuyo líder dijo que la mayoría de los ex rebeldes siguen comprometidos con la paz a pesar de las "dificultades y peligros".
El bombardeo tuvo lugar en el municipio de San Vicente del Caguán, en la provincia selvática de Caquetá, dijo Duque. Entre los disidentes de las FARC se incluyen algunas guerrillas que se negaron por completo a desmovilizarse en virtud del acuerdo de paz y otras que inicialmente respaldaron el proceso antes de volver a luchar.
El acuerdo de paz ha estado bajo presión en varios frentes, incluido el asesinato de cientos de ex rebeldes y activistas de derechos humanos, retrasos en la financiación de los esfuerzos económicos de los excombatientes y una profunda polarización política.
Unos 13.000 miembros de las FARC, incluidos 7,000 combatientes, se desmovilizaron bajo el acuerdo y muchos se unieron a los esfuerzos de reintegración o regresaron a sus familias.