Tensión en Siria
Al menos 785 simpatizantes extranjeros afiliados a la organización yihadista Estado Islámico han escapado este domingo del campo de Al Issa, en el noreste de Siria y bajo vigilancia de las fuerzas kurdas, debilitadas por la campaña militar que Turquía ha lanzado contra ellas esta semana.
Un ataque lanzado por las tropas turcas proporcionó a los yihadistas un corredor para agredir a los guardias de seguridad y fugarse. Un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mustafa Bali, tuiteó que "casi todos los simpatizantes de Estado Islámico han huido del campamento".
Las fuerzas de seguridad kurdas carecen de los guardias suficientes como para custodiar el campamento de Ain Issa, que alberga a familias de yihadistas de Estado Islámico, ha avisado este domingo un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias.
El sistema de guardias del campo se ha debilitado desde el inicio de la ofensiva turca en el noreste de Siria porque algunos de los guardias han sido trasladados al frente para combatir contra los rebeldes respaldados por Turquía.
Además, el propio campo ha sido objeto de bombardeos por parte de Ankara, que han obligado a huir a parte del personal, según el responsable kurdo Marvan Qamishlo. "La vigilancia, ahora mismo, es muy débil", ha manifestado.
Así las cosas, donde antes estaban destinados más de 700 guardias solo queda una décima parte del personal de custodia. Ello ha dado lugar a situaciones como las de hace unas horas, cuando cien familiares de yihadistas, la mayoría mujeres y niños, han escapado del lugar.
En respuesta, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que estas noticias no son más que "desinformación" para intentar provocar una reacción en las potencias occidentales. Según la agencia de noticias oficial turca, Anatolia, Erdogan ha calificado de "falsas" estas informaciones y ha asegurado que buscan provocar a Estados Unidos y a otros países occidentales.