Coronavirus China
China encadena 46 días consecutivos sin registrar un solo contagio local de coronavirus, según ha informado su Gobierno. Se esperan 550 millones de desplazamientos internos durante la próxima semana debido al Día Nacional y al festival del Medio Otoño que proporciona a los chinos una de las dos vacaciones más largas del año.
La anterior había sido en enero, durante los festejos del Año Nuevo lunar, y entonces el país se vio obligado a permanecer encerrado en sus casas puesto que coincidió con los primeros compases de la pandemia de coronavirus.
En vísperas de la pasada "nochevieja china", el Gobierno puso la ciudad de Wuhan en cuarentena el 23 de enero y hasta se prolongaron las vacaciones en todo el país después, para evitar los desplazamientos masivos (y con ellos, una posible proliferación de contagios) que caracterizan esas fechas.
Sin embargo, las imágenes de ciudades vacías, casi fantasma, no se repetirán en estas vacaciones, con ofertas turísticas de toda índole, descuentos, hoteles llenos y billetes agotados.
Vuelven las aglomeraciones
En el centro de Pekín, donde en los días más crudos del coronavirus uno podía escuchar sus propios pasos, hoy el barullo vuelve a ser protagonista, mezclado con la imagen de las omnipresentes banderas chinas que cada portal planta a la entrada del edificio.
En los alrededores de la Ciudad Prohibida, el antiguo palacio imperial (reconvertido en museo), riadas de gente paseaban -muchos con la enseña china a cuestas-, seguían al guía del tour organizado de turno o se fotografiaban, excusa perfecta para quitarse momentáneamente la mascarilla.
El mismo panorama se ve en la Gran Muralla: en el tramo más cercano a la capital china, el de Badaling, incontables visitantes subían y bajaban pacientemente por el monumento debido a la aglomeración de gente.