Guerra Rusia-Ucrania
La Comisión Europea realiza un inventario de las carencias de la inversión europea en materia de Defensa.
Alerta a los socios comunitarios. Los ejércitos europeos sufren grandes carencias. Es la conclusión de un informe elaborado por la Comisión Europea. El listado de esas carencias, elaborado por el brazo ejecutivo de la UE a petición del Consejo Europeo, incluye defensas aéreas para proteger de los ataques con misiles a ciudades o infraestructuras neurálgicas, drones de vigilancia y aviones de combate, tanques o fuerzas navales.
Pero no sólo eso. A esa falta de armamento más tecnológico y de mayor envergadura se añaden trabas en movilidad y logística, la ausencia de una red de conectividad vía satélite con cobertura europea y encriptada, agujeros en la ciberseguridad o escasez de munición tras los continuos envíos de material bélico para ayudar al ejército de Ucrania.
El borrador insiste en que esta situación es insostenible a la vista "del incremento en las amenazas de seguridad". Y apunta que la guerra iniciada por Vladimir Putin en Ucrania pone de manifiesto "los efectos negativos, no ya de años, sino décadas, de bajo gasto en defensa en tiempos de paz".
La solución: aumentar el gasto en defensa
Bruselas calcula que el gasto europeo en esta materia, que rondaba los 200.000 millones de euros al año antes de la guerra de Ucrania, aumentaría unos 60.000 millones al año si los 21 países de la Unión, que pertenecen a la OTAN, alcanzan el objetivo de invertir en defensa el equivalente al 2% del PIB. En todo caso, la Comisión da por descontado que "Europa afronta el Mayor incremento del gasto militar desde el final de la II Guerra Mundial".
La duda es cómo solucionar el problema. La Comisión teme que esa voluminosa inyección de dinero no logre toda su eficiencia si se sólo se realiza a escala nacional, con el riesgo añadido de que si no se hace de manera coordinada, el beneficio además sea para industrias extracomunitarias.
"Por desgracia, otros aumentos del gasto anteriores han dado unos resultados inferiores al de nuestros aliados y, lo que es mucho peor, al de nuestros rivales", señala el documento, en referencia a las compras de material al aliado estadounidense. El texto apunta como ejemplo que en 2020, un año que ya registró una expansión del gasto militar, la inversión conjunta solo fue del 11%, muy lejos del 35% que se ha marcado la UE como objetivo.
El asunto se debatirá en la cumbre extraordinaria de finales de este mes y en otra extraordinaria en junio.