RECIBIÓ EL IMPACTO DE UNOS PERDIGONES
Un adolescente de 17 años murió anoche en Baréin tras recibir disparos de perdigones de la policía cuando participaba en una protesta antigubernamental, informaron este sábado fuentes oficiales y testigos presenciales.
Ali Hasan Namah falleció en la aldea de Sadad, al noroeste de Manama por las heridas que le causaron los perdigones disparados a quemarropa por la policía, lo que le convirtió en el segundo menor en morir en circunstancias similares en los dos últimos meses.
El cuerpo del joven fue entregado hoy a sus familiares, que celebraron de inmediato su funeral, cargado de emotividad, en el que participaron miles de personas. Poco después de las exequias, cientos de personas se enfrentaron a la policía, que se había desplegado de forma amplia en la aldea.
Otros enfrentamientos similares estallaron en localidades cercanas, según testigos, y se pudo ver humo sobre algunos de estos pueblos colindantes.
El Ministerio bareiní del Interior había señalado previamente en un comunicado que el incidente tuvo lugar después de que un coche de policía fuese objeto de un "ataque terrorista" con cócteles molotov, lo que llevó a los agentes a responder "de acuerdo con la ley".
"Uno de los participantes en este acto terrorista resultó herido y posteriormente declarado muerto en el mismo lugar", dijo el ministerio.
Sin embargo, familiares y testigos presenciales desmintieron esta versión de los hechos, y aseguraron que la policía tendió una emboscada a los manifestantes que recorrían el pueblo.
"Estamos manifestándonos y él estaba al frente", aseguró un participante en la protesta que pidió no ser identificado."Cuando llegamos a la carretera principal, un policía que estaba escondido abrió fuego a quemarropa, y cuando (Namah) cayó, el agente puso su pie sobre el cuerpo y nos lanzaron gases lacrimógenos para asegurarse de que no podíamos llegar hasta él", agregó.
Unidades de antidisturbios cerraron el lugar donde cayó el joven y estallaron enfrentamientos entre familiares del adolescente y la policía, que utilizó gases y bombas de sonido para dispersar a los manifestantes y a los periodistas presentes.
La muerte de Namah es la segunda de un menor cuando se manifestaba en los dos últimos meses, tras el fallecimiento de Husam al Hadad, de 16 años, el pasado agosto, que fue abatido por la policía cuando, según las autoridades, participaba también en un "ataque terrorista" contra un vehículo con cócteles molotov.
El fallecimiento de Namah eleva a 114, según la oposición, el número de víctimas mortales desde que comenzaron las protestas antigubernamentales en Baréin en febrero de 2011.
Este pequeño reino de mayoría chií es escenario desde hace más de un año de continuas protestas populares para pedir reformas políticas que han sido reprimidas por la fuerza por la monarquía suní gobernante.