PADECÍA UNA ARRITMIA CARDIACA NO DIAGNOSTICADA
El joven británico Jake Gallagher estaba en casa de su abuela jugando a la consola, concretamente a uno de sus videojuegos favoritos, Sonic, en su Xbox. Durante la partida, el joven sufrió un paro cardíaco que le ocasionó la denominada Muerte Súbita Cardiaca.
El joven sufría una arritmia cardiaca nunca diagnosticada que junto con la emoción del adolescente durante la partida hicieron que Gallagher sufriera la conocida como Muerte Súbita Cardiaca, es una forma de muerte natural debida a causas cardíacas, inesperada en el tiempo y en su forma de presentación, que viene precedida por la pérdida brusca de conciencia dentro de, como máximo, la hora que sigue al inicio de los síntomas, en un individuo con una cardiopatía de base conocida o desconocida.
Los servicios de emergencia llegaron a la casa de la abuela de Gallagher y tras reanimarle le trasladaron al hospital. Sin embargo, dos días después certificaron su muerte cerebral.
Según ha asegurado el profesor Sanjay Sharma del Hospital St George, existe un "claro riesgo en los jóvenes al jugar a videojuegos que provoca oleadas de adrenalina en la sangre". Si a esto se le suma la enfermedad cardiaca no detectada, las consecuencias pueden ser fatales.