Guerra ruso-ucraniana
Anabell Ramírez es actriz y debido a los bombardeos sobre Kiev ha tenido que volver a ver el teatro como lugar de refugio. Asegura que ahora "hay mucha determinación" entre los ucranianos.
La guerra ruso-ucraniana continúa asolando Ucrania que se enfrenta ahora a la amenaza de los drones que han destruido el 30% de sus centrales eléctricas. El ejército se esfuerza por derribarlos y esta misma mañana ha anunciado que ha destruido 12. Mientras tanto, el ejército de Zelenski sigue avanzando y recupera terreno en Jersón, donde los rusos ya comienzan a abandonar la zona.
Ante el transcurso de la guerra, Anabell Ramírez, una actriz ucraniana en Kiev, explica que esta noche "ha sido más o menos tranquila". "Normalmente, hay sonido de sirenas y hoy, por alguna razón, nos han dejado en calma para dormir", añade. A pesar de la amenaza constante a la que se enfrentan, Ramírez asegura que "claro que se puede dormir".
"Si uno duerme, hay una amenaza más de perder el sentido de vida presente. La gente está determinada a seguir la vida cuando se pueda, así que si nos dejan dormir, mejor dormimos", explica. No se trata, dice, de "normalizar la situación", sino de "seguir resistiendo cuando sea posible".
El teatro como refugio
Anabell es actriz y ha utilizado su lugar de trabajo, el teatro, como refugio como consecuencia de la guerra porque está situado en un sótano. "Desde abril, estaba funcionando como un sitio de ensayos, como un teatro, pero la semana pasada volvió a funcionar como un refugio y estos días está a mitad. Continuamos con los ensayos, pero está abierto como refugio también", comenta sobre el lugar.
La situación en los últimos meses ha cambiado: "En marzo estábamos asustados, tratando de distraernos con arte. Ahora es al revés. Hay mucha determinación, unos planes... En la realidad nueva, hay una serie de órdenes. Hay poco pánico, poco miedo, hay más furia, más energía para actuar".