Alemania
Subidos a postes y a los techos de los edificios, así han tratado los activistas de evitar la demolición del terreno para ampliar una mina cerca de la ciudad de Colonia, en Alemania.
Un grupo de activistas se encuentra en pie de guerra para evitar la desaparición de Lützerath, un pequeño pueblo a unos 40 km al oeste de Colonia. Los habitantes de este municipio abandonaron el lugar, previa indemnización, hace tiempo, sin embargo los ecologistas se resisten a marcharse porque se oponen al uso de esta zona para la expansión de una mina de carbón.
Este miércoles las fuerzas de seguridad han tenido que intervenir para desalojar los accesos al pueblo y tratar de expulsar a los activistas climáticos. "No lo entendemos", ha dicho el principal portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, en referencia a la negativa de los manifestantes a marcharse.
También el ministro del Interior del estado de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, se ha posicionado en contra de los "disruptores violentos".
El pueblo de lignito
En 2013 el Tribunal Constitucional Federal falló a favor de la expansión de la mina de superficie Garzweiler, operada por RWE, ya que la zona es rica en lignito, un tipo de carbón muy abundante que posee mayor poder calorífico que la turba y que se emplea para obtener energía eléctrica.
De la tierra de Lützerath se extraen cerca de 30 millones de toneladas de lignito cada año, con el objetivo "garantizar los suministros" de Alemania en durante la crisis energética.
No obstante, el argumento de los ecologistas para evitar que Lützerath se convierta en el pueblo del lignito, es que este mineral se considera uno de los más contaminantes, responsable del 20 % de las emisiones totales del país.
De hecho el pasado octubre el Informe de Situación de las Emisiones de CO₂ en el mundo advirtió que a nivel europeo, el país germano se había convertido en el mayor emisor, con 843 millones de toneladas.
Eliminar el carbón para 2030
Ante estos datos las autoridades alemanas se han marcado varios objetivos climáticos para 2030. Entre ellos está la reducción del 65 % de las emisiones para ese año, y del 88 % para 2040. Un acuerdo al que la empresa alemana del sector energético también se comprometió. "RWE está adelantando su salida del carbón a 2030. Por lo tanto, 5 pueblos habitados y 3 granjas habitadas permanecerán intactos. Pero debido a la crisis energética, el antiguo asentamiento de Lützerath debe ser minado".