DECISIÓN HISTÓRICA
Hacía 38 años que no se abrían estas compuertas, pero la crecida del río Mississippi, la mayor en más de 70 años, ha obligado a ello. La presión del agua amenazaba con romper los diques que protegen las dos principales ciudades del estado de Luisiana, Baton Rouge y Nueva Orleans y para evitarlo han tenido que reducir la presión y desviar el agua hacia la cuenca del Atchafalaya.
"Es un día histórico no solo para el río Mississippi, también para el Estado de Luisiana. Lo más importante es recordar que nuestra prioridad es la seguridad pública", asegura Ed Fleming, del cuerpo de ingenieros de la Armada de Estados Unidos.
Con esta medida el agua ha inundado varias localidades rurales y miles de hectáreas cultivadas. Las cerca de 25.000 personas que viven en la zona ya han sido desalojadas y ahora contemplan con impotencia como el agua, que en algunas zonas supera los siete metros y medio, se ha tragado sus pertenencias.
Las últimas lluvias y el deshielo son los responsables de la desmesurada crecida del Mississippi, el cuarto río más caudaloso del mundo y que ya ha provocado las mayores inundaciones registradas en el centro de Estados Unidos en los últimos 80 años.