Más de un millón de rohinyás moraban en Rakáin antes del brote de violencia de 2012
El Ejército de Birmania elevó anoche la cifra a 52 cadáveres recuperados y 192 desaparecidos, todos birmanos de la minoría hindú, en el oeste del país, donde los militares mantienen un operativo tras el ataque de insurgentes rohinyás. "Las fuerzas de seguridad continúan la búsqueda de los desaparecidos", indicó por su parte el oficialista Comité de Información, que depende de la oficina de la consejera de Estado, encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Los cuerpos sin vida se han encontrado en al menos tres fosas comunes en el distrito de Maungtaw, norte del estado Rakáin (antiguo Arakán), región de la cual unos 450.000 miembros de la minoría rohinyá han huido a Bangladés desde el 25 de agosto. Desde el inicio de los enfrentamientos, el ARSA y las Fuerzas Armadas se intercambian acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos que no han podido ser verificadas de manera independiente.
Refugiados rohinyás en territorio bangladeshí han denunciado haber sufrido o presenciado ataques y violaciones por parte de las fuerzas de seguridad birmanas, a las que también acusan de quemar sus casas. Naciones Unidas ha pedido al Gobierno birmano el cese de la respuesta militar, calificada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de "limpieza étnica de manual". Además, unas 30.000 personas hindúes y budista han sido alojadas en campamentos para desplazados internos, auspiciados por el Gobierno.