EN EL RIO LIMPOPO
Más de la mitad de los reptiles siguen en libertad a lo largo del curso del río, aunque algunos miles fueron capturados en los matorrales adyacentes al agua y devueltos a la granja, según explicó Zane Langman, yerno del dueño del negocio.
Después de varios días de fuertes lluvias, los propietarios de la granja se vieron obligados a abrir las compuertas ante el miedo a que el enorme caudal de agua destrozara los compartimentos.
Fue entonces cuando los granjeros de la zona alertaron de la fuga masiva de cocodrilos a los dueños de los animales, que salieron a capturarlos. Según la prensa sudafricana, resulta más fácil apresarlos durante la noche, ya que sus ojos tienen un brillo de color rojo en la oscuridad que permite localizarlos.
"Solía haber unos pocos cocodrilos en el río Limpopo, ahora hay muchos", dijo Langman al diario sudafricano "Beeld". Las inundaciones en la región han obligado a evacuar granjas y casas en la zona y han provocado cuantiosos daños materiales. El propio Langman cuenta que el pasado domingo fue a ayudar a unos amigos a salir de su casa inundada: "Los cocodrilos -agregó- estaban nadando a su lado con ellos. Gracias a Dios están vivos".