Lotería de Navidad 2019
Han pasado varios siglos desde que San Pancracio naciera en Frigia. Sin embargo, se ha convertido en el santo de la suerte, al que se le invoca cada 22 de diciembre en la Lotería de Navidad. Y que llega a expandirse en muchas administraciones y tiendas españolas.
La figura, fácil de reconocer, viste con un manto, con la palma de mártir y un libro abierto en una mano y el dedo levantado en la otra. Ese dedo, el índice, sostiene una moneda de 25 pesetas, perforada en el centro. En el pedestal se encuentra el décimo de la Lotería de Navidad para que deposite su buena suerte en él.
La imagen de San Pancracio tiene que ser regalada y nunca comprada. Además, el índice de la figura tiene que mirar hacia el interior del comercio o de la casa, con dinero cerca y acompañada de un ramo de perejil.
Se cuenta que este joven santo de la suerte del sorteo extraordinario de Navidad vivió en Roma y que era hijo de unos nobles paganos. Su madre, Ciriada, murió en el parto y su padre, Cleonio, falleció cuando él solo tenía 7 años. Pancracio se convirtió al catolicismo y, cuando tenía 14 años, fue denunciado y terminó decapitado.
Se dice que una mujer llamada Octavila recogió su cuerpo y lo enterró en un cementerio, donde actualmente está la Basílica de San Pancracio. En su lápida se afirma que allí "se devuelve la salud a cuantos a él llegan con enfermedades, y muchos beneficios de curaciones se otorgan a cuantos con fe sincera a él acuden y se acercan".
La popularidad de San Pancracio se disparó cuando en 1982 se repartió la única serie del Gordo de la Lotería de Navidad con el número 21515 en la administración de lotería de la calle San Sebastián de Madrid. Entonces se aseguró que "había sido San Pancracio" y nadie ha vuelto a decir lo contrario.