Lotería de Navidad 2023
Conoce algunas de las acciones más repetidas para traer a la suerte en la Lotería de Navidad.
Lotería de Navidad en España: la superstición y la tradición se entrelazan para invocar a la suerte en busca del ansiado premio. Desde frotar décimos en barrigas de embarazadas hasta evocar la ayuda de santos, los españoles despliegan un abanico de rituales en su búsqueda de fortuna.
La superstición se arraiga en la necesidad humana de controlar situaciones inciertas, suavizar la sensación de indefensión y evitar enfrentarse a los miedos. A la hora de jugar a la Lotería de Navidad, los rituales se convierten en parte esencial de la experiencia.
Uno de los rituales más conocidos es el de frotar el décimo en la barriga de una embarazada o en el lomo de un gato negro, asociando estos actos a la atracción de la buena suerte. Pero las opciones no se limitan a estos, ya que la creencia popular atribuye propiedades mágicas a la cabeza de los calvos o a la espalda de los jorobados, lugares por los que también se "debe" restregar el décimo.
Las supersticiones se extienden a prácticas más generalizadas, como cruzar los dedos antes del sorteo, tocar madera para no perder el décimo, no comprar lotería en martes 13, arrojar monedas a fuentes, o pedir un deseo al ver una estrella fugaz.
Como parte de rituales personales, muchos eligen comprar el mismo número cada año, asociado a fechas significativas como aniversarios o cumpleaños. La elección de la administración de lotería también se convierte en un acto ritual, con lugares emblemáticos como Doña Manolita en Madrid o La Bruixa d´Or en Sort, un pueblo catalán.
Incluso la elección de números relacionados con catástrofes o desastres naturales revela la búsqueda de equilibrio y compensación en la mente supersticiosa. Los rituales no se limitan al juego en sí, sino que también acompañan la entrada a la administración de lotería. Acceder con el pie izquierdo, recibir el boleto con la mano derecha, o elegir la fila izquierda en días pares y la derecha en días impares son parte de estas tradiciones.
El día del sorteo, objetos como alfileres en la chaqueta, una moneda de oro en la cartera o guardar el boleto en un sobre rojo se asocian con la buena suerte. Otros optan por quemar los décimos del año anterior con la llama de una vela naranja, recitando un deseo para que las cenizas se transformen en premio.
Los sahumerios e inciensos, con canela y mirra, se utilizan para atraer la suerte. Escribir el número deseado en un papel, encender los inciensos dentro de una maleta y leer en voz alta el deseo completan este ritual.
La veneración a santos como San Pancracio y San Onofre, colocándolos cerca del décimo o rezando con devoción, es común. En Galicia, el décimo se cuelga de una herradura, símbolo vinculado a la buena fortuna.
En este emocionante entramado de rituales y supersticiones, los españoles confían en que, al invocar a la magia, este sea el año en el que la Lotería de Navidad cambie sus vidas.