Lotería
La propina cambió su vida para siempre. Denunciada por sus compañeras y secuestrada por su exmarido.
Más dinero más problemas, o eso es lo que pensará Tonda Dickerson, la protagonista de esta historia. La norteamericana recibió un billete de lotería como propina en el restaurante en el que trabajaba como camarera en Alabama y desde entonces, su vida se ha convertido en una auténtica pesadilla repleta de juicios, secuestros y tiroteos.
Dickerson recibió una propina que le cambiaría la vida para siempre. Fue en 1999 cuando un cliente le regaló el billete de lotería y solo tres días después descubrió que le habían tocado nada más y nada menos que diez millones de dólares.
Todo cambió después. Los compañeros de Tonda Dickerson, que solían compartir siempre las propinas, reclamaron su parte del premio hasta llevarla ante los Tribunales. Tonda reucurrió al Supremo, que le dio la razón. Sin embargo, su pesadilla acababa de comenzar.
Edward Seward, el cliente que le regaló el billete de lotería como propina, también demandó a la camarera exigiendo que le regalara un camión, tal y como había prometido ella si ganaba el premio.
Stacy Martin, exmarido de la camarera, llegó a secuestrarla amenazándola con un arma. Sin embargo, ella logró arrebatarle la pistola y dispararle en el pecho.
Afortunadamente para ella, no sin dificultades y después de varios juicios, Tonda Dickerson pudo reconducir su vida hacia la normalidad. Logró quedarse con la mayor parte del premio y repartirlo con su familia.
Alejada de las amenazas, los juicios y los disparos, Dickerson trabajó después como crupier en un casino de Mississippi. El dinero vino acompañado de numerosos problemas a los que la camarera supo sobreponerse. Una propina que cambiaría su vida para siempre.