DANA
El devastador paso de la DANA se ha llevado por delante numerosos negocios que han dejado prácticamente en la ruina a muchas familias en Valencia. Ahora toca trabajar duro y salir adelante para comenzar una nueva vida.
Son pequeños empresarios, emprendedores y autónomos que ahora centran todas sus fuerzas en remontar su negocio, muchos de ellos lo han conseguido gracias a la ayuda de los voluntarios que han colaborado día y noche con los afectados por la DANA.
Jenny, propietaria de un bar en Paiporta, no pudo evitar que todo lo que tenía en su establecimiento se echara a perder: "Solo se salvaron algunas copas y la vajilla". "Quiero agradecer el apoyo que nos han brindado los voluntarios, su colaboración ha sido fundamental para poder abrir de nuevo", señala. Jenny se emociona, pero al mismo tiempo no borra la sonrisa de sus labios: "Vecinos, amigos y gente del pueblo viene a tomar un café, y yo se lo pongo encantada, porque todos lo necesitamos". En esta situación algo tan simple se agradece enormemente.
José y su jefe también recibieron la ayuda de voluntarios para salvar la peluquería en la que hoy ya reciben a clientes que durante un rato paran para cortarse el pelo o arreglarse la barba: "Con la apertura de la peluquería le hemos puesto una sonrisa a la gente de Paiporta. El pueblo salva al pueblo y por eso salimos adelante. No estamos cobrando nada, el cliente viene triste y desolado y, cuando pasa por nuestras manos, se va con otra cara, contento con el corte y con otra sensación por el trato recibido, la musiquita, la salsa...y pensando 'cómo me ha cambiado la cara'".
En Alfafar, otro de los pueblos valencianos más sacudidos por la DANA, hablamos con la dueña de la cafetería 'Alaska', una dominicana que lleva más de una década en España. Fue la primera cafetería que se abrió en el pueblo: "Empezamos dando cafés y bocadillos, tenemos una pequeña cocina y no paramos. El otro día vino una chica y se le saltaban las lágrimas al ver la cafetería abierta y que podía pedir un café o un bocadillo".
Es otra muestra de solidaridad, la de estos trabajadores que intentan sacar a flote sus negocios y a quienes les reconforta hacer felices a sus vecinos. Ver un negocio abierto es dar un ápice de normalidad y "eso es una alegría", destacan todos. Ellos se esfuerzan en dar servicios a sus pueblos para facilitar también la labor de limpieza de sus vecinos.
Además, visitamos una administración de lotería, nos recibe el matrimonio que la regenta, nos cuentan muy emocionados cómo adelantaron la apertura animados por la gente del pueblo: "Estábamos limpiando y nos decían: '¿Puedo echar una bonoloto, puedo hacer una primitiva?, es que necesito que me toque algo porque lo he perdido todo'". Era una de las frases más repetidas cuando veían a la pareja que durante años han vendido la ilusión en el pueblo: "Siempre dicen que un pueblo afectado puede ser un pueblo premiado".
Nos adentramos en el periodo del año en el que más lotería se vende, las administraciones de toda España rebosan de público en busca de la "suerte", pedir números que tengan que ver con fechas de acontecimientos, históricas o incluso la vinculadas a catástrofes suelen ser las más demandas. De hecho el número 29104, con la fecha de la DANA ya está agotado en las 21 administraciones en las que se disponía de él, tampoco es posible comprarlo a través de internet..
Son pueblos que mantienen la ilusión y el espíritu de lucha por reconstruir los negocios que les ayudarán a comenzar una nueva vida.
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