ACTO EN LA RAZÓN
"La primera vez que nos escucharon, el separatismo estaba a punto de robarnos la soberanía y estábamos muy enfadados, como todos aquellos españoles que no dormían perplejos por el fallo de las instituciones y alarmados porque el Rey tenía que salir a dar la cara ante el silencio de un Gobierno acobardado.
Quizás nos ven como radicales porque no aceptamos ni uno solo de los dogmas impuestos por la dictadura progre por muy poderosos que sean los lobbies que los sostengan.
También puede que nos vean como extremistas porque durante mucho tiempo les han dicho que nadie podía oponerse a unas oligarquías políticas y mediáticas que han sido las que decidían nuestro futuro y era mejor no enfadarlas. A todos ellos quiero decirles dos cosas: primero que Hilary Clinton no está en la Casa Blanca y que a la historia se le puede decir 'alto'; y segundo, les pediría que se acerquen a nuestros actos y que busquen quién nos apoya.
Encontrarán a la España viva, la España que madruga, la España que trabaja, el autónomo que lucha para pagar su cuota a pesar de los impagos, la mujer harta de que hablen en su nombre, el empleado que contempla cómo se rebajan los salarios yc rece el coste de la vida, el estudiante que quiere que su esfuerzo tenga una justa recompensa, el parado que recobra la esperanza al escuchar un mensaje de ilusión que le devuelve la autoestima, el homosexual que no cree que su condición tenga que importarle una higa al legislador y que no quiere ser usado por un lobby, la joven que quiere a los criminales sexuales siempre en la cárcel de manera perpetua, el mundo rural que está harto de que unos niñatos insolentes desde la ciudad les digan en qué consiste la conservación del medioambiente...".