La universidad sin límites
Es el reto de la universidad no presencial: reducir las distancias físicas entre alumnos y docentes. Para conseguirlo se apoya en la innovación tecnológica. “Necesitan una plataforma que esté siempre disponible, muy segura y muy estable; y que, cuando sea necesario, pueda ampliarse y dar respuesta a un número muy elevado de alumnos”, nos cuenta Jaime Fernández, responsable de infraestructuras en Acens, de Telefónica Empresas.
A través de esta plataforma digital los alumnos pueden acceder a todo tipo de contenidos las 24 horas del día. La biblioteca, los apuntes, los chats con compañeros o, incluso, las clases en streaming están siempre disponibles. “Además, si no puedes asistir en directo, las cuelgan en la plataforma, y tú puedes llegar tranquilamente a tu casa, te conectas y en cualquier momento las ves”, explica Mª Teresa, alumna de la UNIR. “Es una clase online, sí, pero realmente estás en clase. El profesor tiene su pizarra, tú le puedes preguntar dudas y él te responde por tu nombre, está completamente personalizado”, añade Carlos, alumno de la UNIR.
Y ese es, precisamente, parte del objetivo, que la enseñanza a distancia sea cada vez más parecida a la presencial. “La tecnología nos permite un acompañamiento continuo del estudiante para ayudarlo cuando se enfrenta con dificultades. Les proporciona un acceso constante a todos los materiales de estudio y una programación perfecta de todas las actividades docentes”, asegura José María Vázquez, rector de la UNIR.
Toda la información, tanto del propio alumno como de cada una de las titulaciones universitarias, está en la nube protegida bajo fuertes medidas de seguridad. “Se preserva, por supuesto, el anonimato de los alumnos. La información que está ahí es información veraz, se controla que quien entra son realmente los alumnos, los profesores y el personal autorizado” apunta Jaime Fernández, de Telefónica Empresas..
Para garantizar la protección de los datos y la disponibilidad de la plataforma los 365 días del año se necesita una potente infraestructura. “Eso lo conseguimos con redundancia geográfica. Tenemos dos centros de datos, uno en Barcelona y otro en Madrid, que están separados por 650 kilómetros pero siempre vivos, siempre redundadas. Y, si ocurre algo en cualquiera de los dos, el otro va a seguir dando el servicio”, añade Fernández.
Esta digitalización de Telefónica Empresas permite a la universidad a distancia derribar las barreras geográficas y ofrecer una formación de calidad en cualquier parte del mundo. De esta forma, en una misma clase pueden coincidir e intercambiar dudas y opiniones alumnos de distintas nacionalidades.
“La tecnología permite incorporar algunos llamemos mecanismos docentes que son poco pensables en la enseñanza tradicional. Por ejemplo, en una clase a través de un programa para videoconferencias docentes, en un momento determinado de la explicación el profesor puede parar y hacer un test de lo que lleva explicado en esa clase a los estudiantes. Y en segundos tiene los resultados de lo que han respondido los alumnos. Así el profesor puede comprobar qué cosas se han entendido y cuáles no ha explicado lo suficientemente bien”, explica José María Vázquez, rector de la UNIR.
La educación está cambiando gracias a la transformación digital y la innovación tecnológica. La universidad a distancia permite a muchos alumnos combinar su vida familiar y su trabajo con una carrera universitaria. Ventajas que hacen que la formación no presencial tenga cada vez más peso en nuestro país. De hecho, el 15% de los universitarios españoles ya estudian a distancia.