Será el padrino
Nada de lo que rodea a la Familia Real británica está exento de polémica: bodas, divorcios, infidelidades, accidentes..., historias mediáticas que salpican su día a día. Y, cómo no, cuando crece la familia crecen los problemas. El padre de Meghan Markle se ha convertido ahora en el nuevo objetivo de los focos. Apenas 24 horas después de anunciar su ausencia de la ceremonia, ha rectificado y asegura que sí irá y que será el padrino.
Su anterior polémica estuvo protagonizada por la venta de unas fotografías aconsejado por su otra hija y, como dicen, fue peor el remedio que la enfermedad. Samantha, que no está invitada a la boda, dice que su padre sufre una gran presión por parte de los medios: "No puede abrir las ventanas, no puede ir a ninguna parte sin que le sigan. Es atroz, intrusivo y poco ético". Sin embargo, las fotos se vendieron por casi 100.000 euros.
A pocos días del gran evento, la localidad de Windsor se llena de gente. Un centenar de cadenas de televisión retransmitirán la boda. Más de 5.000 periodistas y reporteros gráficos están acreditados... Hoy además, llegaban a Londres los medio hermanos y sobrinos de la novia. No han sido invitados a la ceremonia, pero serán los comentaristas del real evento, por supuesto, previo pago, en una cadena de televisión británica.