Oprah Winfrey,George Clooney entre las caras conocidas
El sol luce en Windsor para celebrar boda del príncipe Harry y Meghan Markle. El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, y Meghan Markle fueron declarados marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
El deán de Windsor, el reverendo David Conner, comenzó el oficio después de que el heredero al trono británico, el príncipe Carlos, acompañará hasta el altar a la novia. El arzobispo de Canterbury casó a los ahora duques de Sussex después de que el primado de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, Michael Curry, pronunciara una apasionado discurso sobre el poder del amor para "ayudar y curar". "Hay poder en el amor. El amor puede ayudar y curar cuando nada más puede hacerlo", dijo el reverendísimo afroamericano, antes de hacer reír a la congregación al afirmar que "dos jóvenes se enamoran y todos nos presentamos" en la capilla. Tras el apasionado sermón, un coro de gospel ha interpretado el tema 'Stand by me'.
Markle llegó al templo en un antiguo Rolls-Royce Phantom IV, que la llevó desde el hotel Clividen, ubicado cerca de la ciudad de Windsor y donde pasó la noche con su madre, Doria Loyce Ragland. La prometida de Enrique entró sola en la capilla acompañada por diez niños que hacen de damas de honor y pajes, entre ellos el príncipe Jorge y la princesa Carlota, hijos de los duques de Cambridge, hasta que el príncipe Carlos, heredero al trono, la tomó del brazo para conducirla hasta el altar.
El príncipe Enrique llegó a la capilla acompañado por su hermano, el duque de Cambridge, que ha sido el padrino y el encargado de llevar a los anillos. Los príncipes Enrique y Guillermo fueron unos de los últimos miembros de la familia real en entrar en el templo religioso, antes de que lo hiciera la reina Isabel II, de 92 años, junto a su marido, el duque de Edimburgo, de 96 años.
La reina Isabel II fue la última en entrar al templo antes de que lo hiciera la novia. La monarca eligió el color verde para un evento tan especial, también copó la atención la familia Middleton.
El 'sí quiero' ha sido el momento más importante de la ceremonia, y también el más entrañable. El príncipe Harry ha pronunciado el sí quiero y su futura esposa y los presentes han sonreído.
El vestido de la novia
Meghan escogió a la diseñadora británica Clare Waight Keller para su vestido de novia. Markle lució un diseño muy sencillo, blanco inmaculado con escote de cuello de barco y cubrió su rostro con un velo transparente, adornado con bordados en los bordes hechos de organza y con una cola de cinco metros de longitud.
La exactriz adornó su cabeza con una tiara de diamantes, prestada por la abuela del príncipe Enrique, la reina Isabel II. Waight Keller es desde marzo del pasado año la directora de la marca de moda francesa Givenchy, en sustitución de Riccardo Tisci.
Los invitados a la boda
Dentro de la iglesia, infinidad de caras conocidas han copado la atención, entre ellas el hermano de la fallecida Diana de Gales, el conde Charles Spencer, que hizo su aparición en Windsor pasadas las 9.30 hora local (8.30 GMT).
Casi al mismo tiempo, deleitaban con su presencia a los miles de curiosos que se han acercado a la localidad inglesa para vivir de cerca el acontecimiento la presentadora estadounidense Oprah Winfrey y el actor Idris Elba, que contemplarán el enlace desde dentro de la capilla. También hizo su aparición el cantante James Blunt con su mujer, Sofia Wellesley, hija del duque de Wellington.
A la salida del templo se escucharon los vítores de la multitud y los recién casados se besaron ante los gritos de los allí congregados, antes de bajar por la escalinata cogidos de la mano. Tras la ceremonia los recién casados subieron a un coche de caballos con el que efectuaron el recorrido nupcial por las principales calles de la localidad de Windsor.