TRAYECTORIA
En sus dos legislaturas como presidente, José Luis Rodríguez Zapatero nos ha dejado pocas estampas familiares para el recuerdo. Se ha caracterizado por su discrección y su esmero en el cuidado de la esfera privada. El todavía líder del ejecutivo ha reconocido públicamente que no le gusta estar de viaje. En algunos momentos ha tenido que elegir y lo ha hecho y ha sorprendido con cancelaciones de agenda para volver a casa. Tampoco ha realizado muchas visitas oficiales junto a su esposa, será porque a la mujer de Zapatero no le gusta la Moncloa, prefiere el campo y cultivar sus aficiones, como la música.
Sí le vimos desembarcar en las playas de Sanlúcar con su mujer, Sonsoles Espinosa, ante la sorpresa de los bañistas, de tapas e incluso ejercer algún que otro oficio eventual como el de 'panadero'. Zapatero ha estado en el lado de la Cultura, le hemos podido ver en algún concierto con su mujer y rodeado de actores, los mismos que le apoyaron en su 'No a la Guerra de Irak' e hicieron de sus prominentes cejas un emblema.
Precisamente sus cejas fueron motivo de debate durante mucho tiempo en el partido. Zapatero tenía imagen de'blando'. Alfonso Guerra declaró en su día que Zapatero no había resultado un 'bambi de peluche'. Pero el presidente supo usar esa imagen en apariencia tibia para convertirla en su proclamado 'talante'. En ocasiones Zapatero le ha quitado hierro a su puesto de jefe del Estado y ha declarado, entre risas, que "cualquiera puede ser presidente". Al jefe del ejecutivo también le hemos visto sólo en cumbres internacionales, sobre todo cuando los datos económicos no estaban de su lado, y eso que Zapatero ha conseguido posar como uno más en la foto de los países ricos del G20. Las mayores alegrías se las ha dado el deporte. Culé confeso,el Barça le ha hecho sonreir en público al igual que la Selección española de Fútbol después de ganar la Copa del Mundo.