Reforma laboral
Tras meses hablando de "derogar", y después de que ese término fuese, en parte, el origen de la disputa entre PSOE y Podemos sobre la reforma laboral, Diazafirma que la derogación no es posible. "Una cosa es el fetiche político y otra cosa es lo que vamos a hacer".
La forma en la que, de un día para otro, el PSOE en general y Pedro Sánchez en particular dejaron de hablar de "derogación" para hacer referencia a la reforma laboral molestó a Podemos, que había empleado ese término durante meses. El ala socialista comenzó a usar palabras como "cambiar" o "mejorar", y poco después anunció que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se haría cargo de las negociaciones con patronal y sindicatos.
Yolanda Díaz, que llevaba meses trabajando en la reforma laboral, lo tomó como un ataque a ella, a su Ministerio y a la formación morada y dio comienzo una guerra fría en el seno de la coalición del Gobierno. Tras días de reproches y críticas las aguas volvieron a su cauce y el Ejecutivo se comprometió a llevar a cabo la reforma de acuerdo al pacto de 2019, cuando se hablaba de "coalición".
Por eso sorprende que la propia Díaz asegurase el miércoles por la noche, en una entrevista en 'El Objetivo' de La Sexta, que "técnicamente" la reforma laboral no se puede derogar. También aseguró que la nueva norma en la que trabajan Gobierno y agentes sociales no va a "tocar" los días de indemnización por despido que aprobó el PP en 2012.
Fetiche político
"Una cosa es el fetiche político y otra cosa es lo que vamos a hacer", señaló.
"¿Técnicamente se puede derogar la reforma laboral del Partido Popular? No, porque fue una reforma expansiva que afectó a más de 20 preceptos del Estatuto de los Trabajadores, a varios reales decretos y directivas", aclaró la vicepresidenta un día después del comunicado del Ejecutivo en el que se expresaba el compromiso "con la derogación de la reforma laboral en los términos del acuerdo de coalición y del plan de recuperación" enviado a la Comisión Europea.
Previamente, Díaz señaló que la intención de su departamento es hacer una legislación laboral que vaya "mucho más allá" de la derogación y ha recordado que la reforma del PP provocó, a su juicio, "una enorme devaluación salarial, desequilibró la capacidad de negociación de trabajadores y empresarios" y convirtió España en un país "con un trabajo precario".
Según la ministra, desde que el Ejecutivo de Rajoy aprobase en 2012 la reforma laboral, se han registrado en el SEPE "más de 180 millones de contratos", algo que, en su opinión, "no pasa en ningún país". "Uno de cada cuatro de ellos [contratos] tiene una duración inferior a siete días. Esto es imposible para una democracia contemporánea y nos aleja de Europa", ha dicho.