40 votos en contra
PP y Ciudadanos solo han logrado sumar el apoyo de Vox a la petición de comparecencia de Pedro Sánchez para que explique en el Pleno de Congreso por qué Fernando Grande-Marlaska sigue al frente del Ministerio del Interior tras la polémica en la manifestación del Orgullo. Los de Rivera y Casado defienden que las palabras de Marlaska sobre la presencia de Ciudadanos en el Orgullo alentó a la gente a participar en el escrache que sufrieron en la manifestación.
Ahora en la primera reunión de la Diputación Permanente de esta legislatura ha quedad rechazada quedó la cuestión presentada por PP y Cs por 29 votos a favor y 40 en contra. El resto de grupos han reprochado a la formación naranja su intento de provocación con la polémica del orgullo.
Tras no salir adelante la petición, Marta González, del PP, defendió su necesidad ante las “graves manifestaciones” de Marlaska, que calificó también de “irreflexivas y peligrosas”. La diputada por A Coruña exigió que Sánchez aclare si comparte las palabras del ministro y que explique “por qué no ha dimitido, cesado" o "pedido perdón”. En esta línea Melisa Rodríguez, diputada de Ciudadanos, defendió la comparecencia para preguntar a Sánchez “por qué nos quiere meter en un armario ideológico, sesgado y que rompe el principio de libertad”, y denunciar que Marlaska actuó como un “hooligan”. “Se olvidó de que era ministro, incendió las calles, los medios de comunicación, nos señaló y nos puso en el punto de mira en el día que había que celebrar las libertades y derechos de todos”, según recoge la agencia Servimedia.
Por su parte, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, aseguró que el Orgullo demostró que Marlaska fue “doblemente” irresponsable, porque “no solo calentó el ambiente, sino que con posterioridad lo justificó”. Por ello, “si no dimite merece ser cesado”, dijo.
Las fuerzas que votaron en contra coinciden en que el escrito es una "estrategia" de Ciudadanos para llamar la atención por las supuestas agresiones que el partido aseguro haber sufrido en la marcha del orgullo.
La portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borràs, aseguró que en Cataluña conocen la “estrategia de provocación” de Ciudadanos, basada en “alimentar un discurso del odio inexistente” y que “criminaliza a un colectivo que arrastra discriminaciones". La diputada de ERC Montserrat Bassa se pronunció en estas líneas y apuntó que quien debería comparecer es Inés Arrimadas, en lugar de Marlaska, para que explique “por qué Cs acudió a una manifestación donde los organizadores les dijeron que no eran bienvenidos, por qué su presencia requirió un despliegue policial que costó miles de euros”.
La portavoz de Podemos, Noelia Vera, calificó de “bochorno”, “desfachatez” y “ofensa” que Cs “siga alimentando un nuevo pollo”, en vez de “venir a debatir sobre cómo conquistar más derechos Lgtbi”. Asimismo, apuntó que el partido de Rivera no ha tenido “ningún problema” otros años en el Orgullo, pero “hay un manifiesto político”, recordó, “que les señala a ellos –Vox- por ser un partido machista, homófobo, que discrimina y que dice a la cara del colectivo Lgtbi que son una amenaza para sus hijos” y el manifiesto pedía no pactar “con esta gente”.
Por último, el diputado del PSOE Felipe Sicilia también insistió en que “toda decisión política tiene consecuencias políticas” y reprochó a Cs que, mientras acuden a la marcha, “Vox en Madrid está pidiendo la lista de activistas que van a los colegios a dar charlas sobre diversidad”. “Pueden ir a la manifestación, pero cumpliendo con quienes la organizan”, remarcó