Opinión
El rey ha pedido respeto para quienes imparten justicia. Y también ha defendido la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley
Hace meses que los jueces que investigan las causas relacionadas con el proceso independentista están sometidos a un estrecho marcaje, por utilizar una terminología suave.
Cada auto procedente de esos juzgados provoca un aluvión de críticas que, a menudo, alcanzan el grado de insulto, hasta con acusaciones de prevaricación. Y eso ocurre a pocos días para que la ley de amnistía se vote de nuevo en el Congreso.
En ese ambiente, el rey ha presidido la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces, y ha sido en Barcelona, en presencia, entre otros, del ministro Félix Bolaños.
El rey ha pedido respeto para quienes imparten justicia. Y también ha defendido la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Felipe VI no ha hecho otra cosa que citar preceptos constitucionales básicos.
Pero hasta eso resulta revolucionario en estos días de ataques a la justicia y de leyes elaboradas para el beneficio de personas concretas: aquellas que cometieron delitos en el marco del proceso independentista.