LA MANCHA AVANZA HACIA EL NORTE

Un vertido obliga a cerrar tres playas de la localidad asturiana de Carreño

Un vertido de diez toneladas de fuel procedente de la rotura de una tubería en la central térmica de Aboño ha provocado hoy una marea negra en el litoral del municipio asturiano de Carreño cuyas playas han tenido que ser cerradas al baño tras localizarse numerosos restos de combustible.

La rotura de la tubería se produjo durante la madrugada y fue detectada por los operarios municipales que iniciaban las tareas de limpieza de las playas en torno a las 7.00 horas de hoy y dos horas después HC Energía, la empresa propietaria de la central, que utiliza carbón para producir electricidad, consiguió controlar la fuga.

El vertido ha obligado al Gobierno regional a activar por primera vez el Plan de Contingencia por Contaminación Marina Accidental inicialmente en fase 0 aunque después se elevó a nivel 1 al constatar que el fuel llegaba ya a playas y pedreros del litoral.

Según la empresa, el combustible ha llegado al mar por "un cúmulo de circunstancias adversas" dado que a la rotura de la tubería se ha unido la existencia de una filtración accidental de una arqueta del sistema de recogida y tratamiento de aguas pluviales hacia el canal de agua de mar que se utiliza para la refrigeración de los grupos.

Tras detectar la fuga, HC intentó aislar la tubería para minimizar el derrame y su contención en la red de recogida de aguas pluviales donde inicialmente se preveía recoger todo el combustible derramado para su posterior tratamiento.

No obstante, una parte del combustible consiguió colarse por una arqueta hacia el sistema de refrigeración de la central que comunica con la ría de Aboño y de allí salió a alta mar para ser arrastrado posteriormente hasta el litoral

A primera hora de la tarde cuarenta operarios especializados en limpieza industrial comenzaron a trabajar en la limpieza de las playas afectadas -Xivares (que este año obtuvo la bandera azul), Carranques, Tranqueru, Peña María y Perlora- en las que se han instalado contenedores para depositar los residuos que serán sometidos posteriormente a tratamiento.

El vertido está intentando ser controlado además desde el mar por dos embarcaciones de Salvamento Marítimo que han usado disolventes para dispersar el combustible y se han instalado además dos barreras de contención en la bocana del puerto de Candás y en la playa de La Palmera para impedir la llegada de más fuel al litoral.

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