PLANES ANTE UN APOCALIPSIS ZOMBI
Es la base del control al Gobierno, tanto en el Congreso como en el Senado. Además de las que hacen por escrito, cada semana sus señorías formulan preguntas al presidente y los ministros. Otra cosa es que las respuestas sean las que esperan.
El último en quejarse, el senador de Compromís, Carles Mulet. Es el más activo de la cámara alta, "es que te contestan a lo que no has preguntado". Y para protestar ha registrado la siguiente pregunta: ¿qué protocolo tiene previsto el gobierno ante un apocalipsis zombi? Dice que era solo para poner de relieve la falta de respeto que tienen a la cámara.
Esto de hablar de muertos y no tan vivos es, aunque no lo parezca, habitual en el hemiciclo. Cada año el gobierno recibe miles de preguntas, y algunas aunque suenan peculiares, van en serio, como la que hizo Gabriel Rufián recientemente a Rajoy: "¿Qué tipo de medidas piensan tomar para fomentar el uso del preservativo?
O como la que en 2007 el PP, Pío García Escudero -hoy presidente del Senado-, dirigió a Zapatero: "Que reflexión personal han llevado al presidente del gobierno a concluir que el gobierno de España debe ser llamado gobierno de España?
Si hubiera una competición, el primer premio a la pregunta más extraña sería compartido. ¿Por qué se margina a la castaña en la producción de frutos secos?, preguntó el PSOE, si la OTAN tiene previsto mejorar el sabor del jamón ibérico, preguntó el PP, o -asunto de prioridad nacional-, ¿qué va a hacer el gobierno con la talla única de la chirla?