Juicio a Txapote
Francisco Javier García Gaztelu, conocido como 'Txapote', se enfrenta a una petición de más de 50 años de cárcel por un atentado frustrado contra una vivienda en la que ETA creía que residía un guardia civil
Noviembre del año 2000. El comando 'Totto' de la organización terrorista ETA coloca un artefacto explosivo —de más de 10 kilos— en una jardinera ubicada en el alféizar de una de las ventanas del salón-comedor de una vivienda de la localidad de Cintruénigo (Navarra) con el fin de causar la muerte de un miembro de la Guardia Civil.
Quien dirigía ese comando era Javier García Gaztelu, más conocido como 'Txapote'. Según el juez pudo ser él quien dio la orden ya que "impartía directrices, fijaba objetivos y facilitaba el material preciso para la ejecución de atentados" del comando.
El atentado no se llegó a producir debido a una rotura de los cables del dispositivo, posteriormente la Guardia Civil lo desactivó. De haber explotado, según la investigación, esa carga habría ocasionado la muerte "de cuantas personas se encontraban en la vivienda", es decir, de la mujer y el niño que habitaban en ese momento la vivienda, ya que el agente al que buscaba la banda terrorista ni siquiera residía en ese domicilio desde el año 1996.
Además, ese artefacto hubiera originado prácticamente la destrucción íntegra de "las fachadas lateral y posterior de la vivienda" así como de la fachada delantera.
En la jornada de hoy en el juicio han declarado varios guardias civiles y ertzaintzas, pero 'Txapote' se ha negado a declarar y a responder preguntas. El exdirigente de ETA sólo ha intervenido para expresar esa negativa en euskera.
Tras la celebración del juicio y la negativa de 'Txapote' a declarar, el juicio ha quedado visto para sentencia.
En la jornada de ayer declaró como testigo protegida la mujer que vivía en la residencia en la que se instaló el artefacto explosivo. En su testimonio la mujer explicó que fue su perra la que les "salvó la vida" ya que días antes de que se detectará la bomba la escuchó "ladrar exageradamente", algo que no era habitual y que, al parecer, esos ladridos eran dirigidos a los etarras que fueron a su casa a colocar el explosivo.
Además del exdirigente de ETA, 'Txapote', al que la fiscalía pide 54 años y seis meses de cárcel, —la pena más alta al atribuirle el delito de 'autor por inducción'— también se sientan en el banquillo los antiguos miembros de la organización terrorista Asier Arzallus Goñi y Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, conocidos como "Santi" y "Peio". Para estos dos miembros de la banda criminal, que hoy tampoco han respondido a las preguntas aunque sí han reconocido los hechos, el Ministerio público solicita 52 años de cárcel.
Al mismo comando 'Totto' pertenecía, además, Ignacio Guridi Lasa, condenado por asesinar a dos guardias civiles y un periodista y que ayer negó que 'Txapote' ordenara la colocación del 'macetero bomba'. Algo que fue rebatido por el ertzaina que tomó declaración a Guridi Lasa tras su detención.
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