Atentados Barcelona y Cambrils
El tribunal de la Audiencia Nacional que está juzgado a tres presuntos miembros de la célula yihadista que atentó en Cataluña ha visionado unas imágenes inéditas de las cámaras de seguridad de la Guardia Urbana que grabaron el momento del atropello, que dejó 14 víctimas mortales en la tarde del 17 de agosto de 2017 en Barcelona.
La sexta jornada del juicio de los atentados de Barcelona y Cambrils ha estado marcada por las declaraciones de los agentes de los Mossos d'Esquadra que analizaron todas las grabaciones del momento del atropello como las de la huida de Younes Abouyaaqob, autor material del atropello, a través del mercado de la Boquería. Los agentes han descrito la crueldad del ataque y cómo lo vivieron ellos.
Una furgoneta arrasó con todo lo que pudo en pleno centro de Barcelona. Decenas de personas ya permanecían tendidas en el suelo mientras otras, de milagro, lograron esquivar el vehículo. Estas son las imágenes que se han mostrado hoy en el juicio. El terrorista condujo 600 metros, en apenas segundos, a 80 kilómetros por hora.
Ha sido uno de estos agentes quien, antes de que se mostraran las duras imágenes en la Sala, ha descrito la trayectoria que siguió la furgoneta una vez entró en La Rambla. "Hace un recorrido en forma de 's' yendo a buscar donde hay más concentración de gente en La Rambla en aquel momento", ha asegurado.
"El vehículo entra procedente de la calle Pelayo, entra al canal central de La Rambla, dejando a la derecha un monolito, y primero se incorpora hacia la izquierda, en la parte central donde hay un cúmulo de gente importante. Después gira hacia la derecha en dirección a un kiosko donde hay máxima concentración de gente para enderezar el vehículo y volver a girar otra vez a la izquierda para ir otra vez al sitio donde hay mas concentración de gente", ha narrado.
Cuando la policía llegó, dentro de la furgoneta ya no había nadie dentro, pero el terrorista aún estaba ahí aunque logró pasar desapercibido. Paseó durante varias horas, mató a otro joven, le robó el coche y acabó en Subirats, donde fue abatido.