Elecciones generales
El adelanto electoral supone un órdago inesperado tras la debacle que han sufrido los socialistas este 28M.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado el adelanto de las elecciones generales al domingo 23 de julio tras el mal resultado cosechado por su partido en las elecciones municipales y autonómicas de este 28M.
Ahora, con este adelanto electoral, Pedro Sánchez busca remontar el mal resultado en solo dos meses. El PP ha ganado en 27 capitales de provincia y recupera seis comunidades autónomas. Mientras, el PSOE solo retiene con mayoría absoluta Castilla-La Mancha, gracias a Emiliano García Page, que es el dirigente socialista más crítico con Sánchez.
Los socialistas podrían hacerse con Asturias y Navarra, pero necesitan pactar. En Extremadura, a pesar del empate técnico podría gobernar el PP, el actual presidente, Guillermo Fernandez Vara, ya lo da por hecho y anuncia que abandona la política.
El momento en el que Sánchez ha decidido la convocatoria de elecciones generales está plagado de circunstancias sin precedentes: es primera vez que se convocan unas generales en plenas vacaciones de verano, también es la primera vez que unas elecciones parciales provocan un adelanto electoral tan rápido y la primera vez que España va a presidir la UE en pleno proceso electoral.
Adelantar las elecciones es su golpe de efecto contra la derrota socialista. Pero ya voces critícas en el PSOE apuntan a que Sánchez busca algo más: evitar una crisis interna en el partido. La cita con las urnas es la excusa para una llamada a la unidad y esquivar así que se ponga en cuestión su liderazgo tras la debacle. Él ya sabe lo que es pasar por eso. En 2016, Sánchez llegó a dimitir como secretario general tras un Comité Dederal traumático.
Otra cuestión importante es la confección de las listas, proceso siempre complicado dentro de los partidos, promete ser en esta ocasión especialmente complicada, con territorios en los que, vistos los resultados del 28M, no será fácil que se acepten pacíficamente las órdenes de Ferraz.
¿Qué pasa con Sumar?
Si Sánchez ha echado un órdago a todos, la primera en aceptarlo ha sido Yolanda Díaz, quien ha respondido que asume el reto que supone concurrir a unas elecciones generales con un proyecto sin cerrar y con sus aliados debilitados en autonómicas y municipales.
Las tensiones con Podemos deberán solucionarse en tiempo récord, los diez días que da la ley electoral para formalizar las coaliciones que concurrirán a los comicios, así que el problema de "primarias sí, primarias no" puede resolverlo la propia urgencia electoral.