Justicia
El Ministerio del Interior ha anunciado que traslada a otros siete etarras más a País Vasco y Navarra. Ya quedan solo 14 terroristas que están encarcelados en regiones diferentes a estas.
Este viernes, se ha producido un nuevo acercamiento de etarras a cárceles del País Vasco, donde han llegado seis, y la Comunidad Foral de Navarra, donde ha sido trasladado otro. Uno de ellos fue autor de la muerte de Ernst Lluch, ministro de Sanidad entre 1982 y 1986, mientras otro de los trasladados es el asesino del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril, y de la esposa de este, Ascensión García, que fue asesinada junto a su esposo en el año 1998.
Con los traslados de estos etarras, ya solo quedan 14 que están fuera de cárceles situadas en el País Vasco o la Comunidad Foral de Navarra, una decisión que es muy criticada por los partidos de la oposición. Desde PP, Vox y Ciudadanos, consideran que estos traslados están siendo utilizados por el Gobierno como una moneda de cambio para conseguir el apoyo de los cinco parlamentarios que tiene EH Bildu en el Congreso a sus proyectos legislativos.
No obstante, el Gobierno se defiende alegando que esta política ya fue mantenido por otros presidentes como José María Aznar, y niega que sea una concesión para EH Bildu a cambio de obtener su apoyo en las Cortes. Entretanto, continúa la polémica por los llamados 'ongi etorri', dado que las asociaciones de víctimas del terrorismo consideran una humillación que se jalee a los terroristas que salen de prisión, y que ha sido objeto de controversia a lo largo de los últimos tiempos.
Navarra, la 'pretensión' de PNV y Bildu
En las últimas elecciones generales, EH Bildu logró obtener un escaño para el Congreso de los Diputados por la Comunidad Foral de Navarra, siendo la primera vez en su historia que lo conseguía. A diferencia del PNV, que nunca lo ha conseguido, Bildu obtuvo una mayor rentabilidad, logrando un acta más que en las anteriores elecciones, y condicionando un apoyo crucial para el Gobierno si quiere seguir poniendo en marcha todos sus proyectos y poder sacarlos adelante.
Aunque el PNV tiene 6 escaños, por delante de los 5 de EH Bildu, los segundos han mostrado un crecimiento cada vez mayor en las últimas elecciones, tal y como ocurrió también en los comicios autonómicos al País Vasco de 2020, donde subieron de 18 a 21 escaños. Pese a compartir muchos objetivos en común, y muy especialmente de cara a las pretensiones por el País Vasco, ambos partidos se disputan la hegemonía en suelo vasco, donde actualmente gobierna el PNV en solitario, con apoyo externo del PSE.