Juicio al 'procés'
El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero ha asegurado que mostró en varias ocasiones a la cúpula de Interior su opinión y dudas sobre la actitud del Govern el 1-O (referéndum ilegal). Es más, ha calificado de "barbaridad" los planes de ruptura unilateral con España que estaban poniendo en marcha la Generalitat y el Parlamento de Cataluña. En su declaración en el juicio por rebelión en la Audiencia Nacional, Trapero ha afirmado que le "incomodó mucho" que el ejecutivo de Carles Puigdemont siguiera con los preparativos del 1-O y que él hizo lo que estaba en su mano, ya que mostró su disconformidad a sus jefes políticos en Interior para dejar claro que los Mossos cumplirían las órdenes judiciales para impedir el referéndum.
Incómodo con los planes del Govern
"Hicimos lo que se nos ordenó en todo momento", ha insistido Trapero, durante el interrogatorio de la Fiscalía, que pide para él 11 años de cárcel. El mayor ha recordado que se reunió en varias ocasiones con el exconseller Jordi Jané, y con su sucesor Joaquim Forn, así como con el exdirector de los Mossos Albert Batlle para mostrarles su "incomodidad" por el papel del gobierno de Puigdemont, preguntarles "qué estaban haciendo, dónde iban" y dejar claro qué harían los Mossos. En este sentido, ha recordado que uno de los motivos por los que Batlle -actual concejal de seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona, donde concurrió en la lista del PSC- abandonó el cargo dos meses antes del 1-O fue por su "incomodidad" con los preparativos del referéndum ilegal. "La incomodidad de por donde estaba yendo el Govern -que manifestó Batlle-, la sentíamos todos", ha subrayado Trapero, que ha indicado que el conseller Jané recibió en 2016 varias presiones para apartarle de la jefatura de los Mossos. En sus reuniones con los consellers para mostrarles su malestar, estos, especialmente Forn, le respondían que el referéndum formaba parte del "ideario político" del Govern y que el ejecutivo iba a seguir con su convocatoria, según Trapero, que ha mantenido un relato muy parecido al que sostuvo en su testifical en el juicio en el Supremo a la cúpula del "procés"juicio en el Supremo a la cúpula del "procés".
"No existe la doble legalidad"
El mayor ha insistido que los Mossos llevaron a cabo todas las actuaciones que pudieron para impedir o paralizar el referéndum, tanto de oficio como ordenadas por la administración de justicia. Según Trapero, desde el Govern tan solo le sondearon en una ocasión, en septiembre de 2016, para saber cómo actuarían los Mossos d'Esquadra ante un eventual referéndum unilateral. Fue el entones secretario del Govern de Carles Puigdemont, Joan Vidal de Ciurana, quien le citó al Palau de la Generalitat en septiembre de 2016, más de un año antes del referéndum del 1-O. Trapero puso esa cita en conocimiento de Jané y de Batlle, que le autorizaron a acudir a ese encuentro, en el que el secretario del Govern le preguntó, cuando ya se estudiaba la convocatoria de un referéndum de independencia, dónde estarían los Mossos si se generaba una "doble legalidad". "La doble legalidad no existe", respondió Trapero, que también dejó claro al secretario del Govern de Puigdemont que los Mossos d'Esquadra harían "siempre" lo que dijeran los jueces y que lo cumplieron. "Hicimos lo que se nos ordenó en cada momento", ha zanjado.
No hubo pasividad
Trapero ha defendido el dispositivo de los Mossos d'Esquadra en la jornada "excepcional" del 20-S, en que optaron "en todo momento" por evitar que se les "escapara de las manos" la situación en la protesta contra el registro en la sede de Economía. En el interrogatorio por parte del fiscal en el juicio en que afronta una petición de 11 años de cárcel por rebelión, Trapero ha negado "pasividad" en la actuación de los Mossos y ha justificado su estrategia de intentar evitar que la intervención policial generara un mal mayor, al tiempo que ha negado que el exlíder de la ANC Jordi Sànchez impusiera condiciones al dispositivo policial. "Si nos equivocamos, no lo sé, pero, si se nos hubiese escapado (la situación) de las manos, a lo mejor lo estaríamos lamentado", ha apuntado, que ha asegurado que actuaron "con la mejor de las voluntades" y ha lamentado que la Guardia Civil no les avisara de que ese día iban a practicar más de 40 actuaciones simultáneas que requerirían la movilización de efectivos de orden público. A preguntas del teniente fiscal, Miguel Ángel Carballo, Trapero ha hecho hincapié en que ese día fue excepcional, porque además de ese registro se produjeron otros en distintos lugares: por tanto, disponían de efectivos y medios limitados para hacer frente a esa situación. Ha relatado que tuvo conocimiento del registro en la sede de la conselleria de Economía sobre las 8 de la mañana del 20 de septiembre, si bien no recordaba si se lo dijo un mando o lo escuchó en la radio. Hora y media después se reunieron una serie de mandos y se constituyó el Cecor (el centro de mando) para el tratamiento de estos registros y se decidió mandar a un responsable a los diferentes escenarios para evaluar la situación.