FINALIZA SU INTERROGATORIO TRAS CUATRO DÍAS
Diego Torres ha negado que los 300.000 euros que el Govern balear pagó a una empresa común con su exsocio Iñaki Urdangarin por crear una oficina de coordinación del equipo ciclista Illes Balears fuera una "comisión" por su papel de conseguidor. Torres ha comenzado el cuarto día de su interrogatorio respondiendo al abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, quien le ha inquirido por ese contrato con Nóos Consultoría de la oficina que financiaron a medias las entidades públicas Fundación Illesport e Instituto Balear de Turismo (Ibatur).
"¿La oficina del proyecto del equipo ciclista era la comisión del señor Urdangarin?", le ha preguntado el abogado, a lo que Torres ha respondido tajante: "De ninguna manera". Ha contradicho así la versión que dio al tribunal otro acusado, el expresidente balear Jaume Matas, quien afirmó que esos 300.000 euros fueron la "comisión" o el "peaje" que pidió Urdangarin como "conseguidor" o "intermediador" para obtener el patrocinio del equipo ciclista.
Respecto a Matas, Torres ha dicho que no recuerda ningún contacto con él por el asunto del equipo ciclista, un patrocinio que ha considerado "estratégico" para Baleares, que tenía una "carencia importante" de proyectos deportivos.
Torres también ha contestado a las preguntas del abogado de Alfonso Grau, exvicealcalde de Valencia acusado en Nóos, y ha asegurado que no participó en ningún momento en el desarrollo y ejecución del contrato por el que la Generalitat valenciana encargó a Nóos la organización de la cumbre deportiva Valencia Summit. "De hecho, al señor Grau le he conocido en esta sala", ha dicho en referencia a la sala de juicios en la que ambos se sientan como encausados.
Ya a preguntas de su abogado, Manuel González Peeters, Torres, como ya ha hecho en varias ocasiones durante su interrogatorio, ha afirmado que tanto el abogado del Rey Juan Carlos José Manuel Romero (conde de Fontao), como el entonces secretario de las infantas, Carlos García Revenga, tenían un exhaustivo control sobre las actividades de Nóos. Cada propuesta de proyecto que recibía Nóos, ha dicho, se reenviaba a García Revenga, pocos minutos después de su recepción, tal y como, ha incidido, prueban 250 correos electrónicos que ha aportado al sumario. "Se reporta absolutamente cada actividad que hace el Instituto Nóos", "los niveles de detalle son impresionantes", ha explicado antes de instar al tribunal a mirar "las horas de los correos".
"Cuando entra un correo, a los pocos minutos se reenvía al correo de la Casa Real de García Revenga", ha apostillado. "No se hacia nada, ni siquiera un almuerzo con un potencial cliente" sin que lo supieran en la Casa Real, y no solo García Revenga y Romero recibían esta información, sino también "otras personas son copiadas y aparecen en los correos informando y remitiendo alguna consideración". El nivel de comunicación era tan alto, ha indicado, que "hasta una becaria de Esade" interactuaba con el secretario de la Casa Real.
Era algo "cotidiano", "el procedimiento de informar y consultar es continuo, permanente". Torres ha justificado sus palabras para ilustrar al tribunal que informaban "con la mejor intención del mundo". "Simplemente teníamos una tranquilidad adicional" de que las cosas se hacían bien, ha añadido. "¿De buena voluntad o a exigencia de?", le ha preguntado entonces su abogado sobre el carácter voluntario de ese control de la Casa Real. "Es difícil decirlo, yo tenía clarísimo que teníamos que hacerlo", ha respondido.