TRAS LA OFRENDA FLORAL
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha replicado al rey que en Cataluña "no hay un problema de convivencia", sino de "democracia y justicia", mientras que el conjunto de fuerzas independentistas ha acusado a Felipe VI de pronunciar un mensaje "vacío de contenido". ´
Las reacciones al discurso navideño del rey han centrado las intervenciones en la tradicional ofrenda floral a la tumba de Francesc Macià en el Cementerio de Montjuïc, en el 85 aniversario de la muerte del primer presidente de la Generalitat republicana. Uno de los primeros en hablar ha sido el presidente catalán, que ha acudido a la tumba de Macià acompañado de los consellers Miquel Buch, Alfred Bosch, Josep Bargalló, Damià Calvet, Àngels Chacón, Jordi Puigneró, Laura Borràs, Teresa Jordà y el secretario del Govern, Víctor Cullell.
Torra ha reaccionado a la apelación del Rey en favor de "una convivencia en la que la superación de los grandes problemas y las injusticias nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento". "En Cataluña no hay un problema de convivencia, hay un problema de democracia y de justicia", ha replicado Torra.
"Somos republicanos y la institución monárquica ya no la consideramos propia", ha situado en primer lugar, y a continuación ha mencionado la oposición a la represión, ha dicho. También ha considerado que la escuela catalana y la inmersión lingüística son un tercer consenso esencial del "proyecto cohesionador" de Cataluña, y, en cuarto lugar, ha asegurado que no se tolerará otra aplicación del artículo 155 de la Constitución, y ha solicitado que no se judicialice la política.
Quim Torra ha destacado finalmente, como quinto consenso,el "ejercicio del derecho a la autodeterminación de los catalanes". También ha dicho que todavía espera del Estado una respuesta a la propuesta catalana de autodeterminación y ha recordado que esta situación se da ante un juicio a los presos soberanistas: "En estas condiciones no votaremos el presupuesto del Gobierno de España". En la ofrenda, ha recordado la figura de Macià, a quien ha evocado como primer presidente de la república catalana, y ha recordado que "no dejó de avanzar nunca hacia la independencia" de Cataluña.
Por su parte, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha afirmado que "el Rey personifica la incapacidad crónica" del Estado para "ofrecer una respuesta política al conflicto en Cataluña" y ha afirmado que Felipe VI "no tiene legitimidad" después de su discurso del 3 de octubre de 2017.
El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ha dicho sentir "vergüenza ajena" por la "nula sensibilidad" del rey hacia los "presos y exiliados" soberanistas y por su "incapacidad para rectificar" su posición con respecto a Cataluña. También ante la tumba de Macià, el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha opinado que el discurso de Navidad del rey estaba "vacío de contenido", porque el Estado no está actuando "en consecuencia" con sus apelaciones a la "concordia" y al "respeto a la ley".
En líneas similares se ha expresado el candidato del ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, que ha acusado a Felipe VI de alinearse "con la injusticia y la indignidad" y ha denunciado su "patriotismo vacío", así como su "insensibilidad y frialdad de corazón y de sentimiento" hacia los "presos y exiliados".
Por parte de los comunes, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha valorado que el rey se "alejara" con el discurso de ayer de "los posicionamientos de la derecha", aunque "sus esfuerzos de moderación y apertura" no evitan que su formación apueste por una forma de gobierno republicana.
En cambio, en declaraciones a los periodistas desde el barrio del Poblenou, el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, ha acusado a quienes desde el independentismo critican el mensaje de Navidad del rey de "vivir en otro mundo": "¿Cómo se puede criticar un llamamiento a la convivencia, a reforzar la concordia, a buscar el acuerdo, a trabajar mediante el diálogo?", se ha preguntado.