EN EL CONGRESO
Alfonso Guerra, antiguo todopoderoso número dos del PSOE y vicepresidente del Gobierno con Felipe González, ha criticado con dureza la actual política de su partido en la presentación de su último libro. Ha sido en el Congreso, ante un numeroso grupo de dirigentes socialistas, actuales y de su época.
Acusa a algunos partidos de dedicarse a generar inestabilidad en el sistema, sean nacionalistas, populistas, demagogos o de extrema derecha, centrándose en dos objetivos: "derribar la monarquía y desconectar algunas comunidades de España". Contra ello ha llamado a que los partidos centrales hagan lo que se hizo en la Transición, apoyarse entre ellos, no por competencia dar alas a los extremistas, que es lo que en su opinión está sucediendo. En los momentos importantes de aquellas negociaciones dice "nunca, nunca, necesitamos un relator... los que han negociado este desatino con qué país equiparan a España, con Yemen del Sur, con Burkina Fasso. Aprobar un presupuesto es vital para un gobierno, mantener la dignidad de la nación que empequeñece la adversidad de una votación contraria a las cuentas del Estado".
Recordó que la Constitución se aprobó en el Congreso "con solo seis votos en contra, hoy hay 90 diputados que no se sienten representados por la Constitución, si no se quiere atender esta advertencia es porque se es un inconsciente". Una advertencia más: "La balcanización de un país es silenciosa, pero cuando se manifiesta ante todos ya nada puede detenerla".
Para Guerra, la negociación con los independentistas catalanes escapa al terreno de la política y entra "en el del psicoanálisis... la pregunta es: ¿hay alguien ahí? ¿Nadie ahí es capaz de comprender que están calcinando la democracia al atender los requerimientos de un grupo de salteadores de la nación?".
Y también hace otra alusión a Pedro Sánchez, que sacará también libro: "Este libro lo ha escrito el autor... En este mundo ya saben que hay algunos que escriben y otros que ponen el nombre en la solapa".