Opinión
La presentadora de Espejo Público analiza la propuesta de Vox para que las mujeres que quieran abortar tengan la posibilidad de escuchar el latido del corazón del feto antes de tomar la decisión. "¿Cómo puede ser que estemos debatiendo sobre una medida que la ciencia desaconseja?", añade.
Absurdo. Un despropósito. Una locura. Esto es lo que nos ha dicho el presidente del sindicato médico de Castilla y León, Fernando Gutiérrez Casas, cuando le hemos preguntado por el supuesto protocolo anti-abortista que defiende Vox. Y digo “supuesto” porque el presidente Mañueco asegura que ni existe ni va a existir.
Llama la atención que el Gobierno anuncie dos requerimientos, a todas luces una sobreactuación que, según elPP, pretende ser una cortina de humo para que no hablemos del fiasco de la ley del 'Solo sí es sí'. Indigna que nuestros ovarios una vez más vuelvan a ser munición para la refriega política, pero vuelvo a la ciencia.
Resulta que los ginecólogos desaconsejan la ecografía para oír el latido del corazón del feto hasta la semana 11. Y lo hacen, según dicen, por razones de seguridad del embrión. Si la mayoría de los abortos, 3 de cada 4, se producen en la semana 8 de gestación, la propuesta de Vox toparía con los criterios médicos.
Más allá de la cuestión ideológica o religiosa, que respeto y no cuestiono, y más allá de la bronca política, que sí critico, ¿cómo puede ser que estemos debatiendo sobre una medida que la ciencia desaconseja?