ETA
Las dos miembros de ETA que trataron de matar a 184 personas fueron condenados a 2.775 años de prisión. La formación mayoritaria de Bildu ahora se alegra de su puesta en libertad.
Hace casi 20 años exactos, el 24 de diciembre de 2003, Gorka Loran Lafourcade y Garikoitz Arruarte, miembros de ETA, trataron de acabar con la vida de 184 personas. Fueron detenidos en Guipúzcoa por intentar perpetrar un atentado en Madrid durante. Ahora, ambos han salido de prisión.
Sortu, la formación mayoritaria de Bildu, ha celebrado esta liberación a través de una publicación en la red social X (antes Twitter). Este es el mensaje: "Gorka Loran y Gari Arruarte de Hernani han quedado hoy en libertad tras cumplir 20 años de prisión. ¡Hasta que todos estén en casa!".
ETA pretendía hacer volar por los aires un tren que un día antes por la mañana cubrió el trayecto Irún-Madrid. La intención ara emular el efecto que tiene la explosión de un coche bomba en un aparcamiento. Es una técnica que causa efectos devastadores y que la organización terrorista ya había empleado antes, en el caso del atentado en el Hipercor de Barcelona.
El 24 de diciembre, hacia el medio al mediodía, el ex ministro del Interior Ángel Acebes informó 50 kilos de explosivo estallarían en el interior de un tren que tenía previsto llegar a la estación de Chamartín a las 15:15 horas de ese día. Realmente, la explosión estaba programada cuarenta minutos después, a las 15:55 horas.
En el momento del anuncio, el ministro aseguró que el terrorista Gorka Loran ya había sido detenido en Hernani. Informó de que este había colocado en el interior del tren un artefacto con más de 20 kilos de dinamita titadine listo para detonar. El otro arrestado, Garikoitz Arruarte, tenía previsto hacer lo mismo, pero fue detenido en las proximidades de la estación de trenes de San Sebastián.
Dos agentes de la Guardia Civil se había cruzado en el camino de los terroristas, sospecharon de un coche ocupado por dos hombres en el kilómetro 38 de la carretera de La Coruña, a la altura de Collado Villalba. En ese encuentro, el guardia agente Antonio Molina falleció debido al intercambio de disparos con los terroristas. Pero, aun así, los terroristas fueron detenidos.
La Audiencia condenó a cada uno de ellos a 2.775 años de cárcel por los siguientes motivos: pertenencia a banda armada, 184 homicidios terroristas en grado de tentativa (por los 180 pasajeros y cuatro empleados de Renfe que iban en el convoy), un delito continuado de daños (por dos bombas que colocaron en la línea férrea Zaragoza-Logroño, que explotó, y en la de Zaragoza-Lérida, que fue desactivada) y otro de tenencia ilícita de armas. Además, tuvieron que indemnizar a Renfe con 62.402,89 euros.
En julio de este año lograron obtener la libertad condicional, por lo que abandonaron las cárceles de Martutene y Zaballa, donde cumplían condena. No pidieron perdón a las víctimas.