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Los socios de Sánchez tumban una de las grandes promesas del Gobierno, la reforma de la 'ley mordaza'

ERC y Bildu suman sus votos a los del PP, Vox y Ciudadanos y dejan la reforma de la ley de seguridad ciudadana sin posibilidad de salir adelante en lo que queda de legislatura.

El PSOE pide "responsabilidad" a ERC y Bildu para que no decaiga la reforma de la 'ley mordaza'Reuters

Es la crónica de un fracaso anunciado. La reforma de la conocida como 'ley mordaza' no saldrá adelante, al menos en los términos actuales, después de que la comisión de Interior de Congreso haya rechazado el dictamen de la ponencia.

¿Qué significa esto? Tras más de un año de negociaciones y decenas de reuniones entre los Grupos, el cambio de esta polémica norma queda en punto muerto y sólo será posible reactivarlo en la próxima legislatura, en función de los resultados electorales, después de que dos aliados habituales del Gobierno hayan votado en contra; ERC y Bildu han sumado sus noes a los de PP, Vox, Ciudadanos, Unión del Pueblo Navarro y Junts per Catalunya.

Críticas de Podemos

En la votación de hoy, PSOE y Unidas Podemos se han pronunciado finalmente en el mismo sentido, aunque no sin problemas previos. La negativa del PSOE a suprimir el uso de pelotas de goma como parte de material antidisturbios ha enfrentado desde hace meses a los dos socios de coalición, incluso habiendo superado otras diferencias que les alejaban en esta reforma como las faltas de respeto a los agentes de la autoridad o las devoluciones en caliente. No ha sido suficiente. En ese sentido, la ministra de Derechos Sociales ha lamentado la "cerrazón" del PSOE para negociar: "El Gobierno de coalición no puede permitirse desperdiciar así el último año de legislatura", ha escrito en un mensaje en redes sociales.

"Se ha dejado pasar la oportunidad. No siempre el cartero llama dos veces"

Mikel Legarda

Las distintas declaraciones durante la comisión han certificado que las posiciones eran irreconciliables. "Es un día triste. Llegamos sin acuerdo entre las formaciones que nos comprometimos a derogar la ley mordaza", ha explicado el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu. "Lo intentamos. Nadie puede decir lo contrario. Se pierde una oportunidad histórica", ha asegurado Caravalho Dantas, de ERC.

Lo mismo desde Junts: "No hay voluntad política por parte de gobierno más progresista de la historia de reformar una de las leyes más regresivas de la historia". El portavoz del PNV, que sí ha apoyado al Gobierno, ha criticado la posición del resto de partidos: "Se ha dejado pasar una oportunidad. No siempre el cartero llama dos veces", ha alertado Mikel Legarda.

Los portavoces de PP, Vox y Ciudadanos han criticado muy duramente los planes del Gobierno. "Es una ley sectaria que pasa de decir que el criminal es el delincuente a que lo son las fuerzas de seguridad", según la portavoz del PP en la comisión. El PSOE ha lamentado la posición de sus aliados tradicionales: "Hoy es un mal día para la democracia".

La ley de vivienda, en el aire

El fracaso de esta reforma significa que el texto decae y no llegará al pleno del Congreso. Las negociaciones de última hora, prácticamente in extremis, con intercambio de documentos incluidos, no han servido de nada. Una derrota que, además, llega en el peor momento para el Ejecutivo, y no sólo en medio de la polémica por la reforma del "sólo sí es sí", sino también por las distintas opiniones dentro de Moncloa que mantienen enquistada la ley de vivienda. En este caso, tras ser aprobada hace más de un año en el Consejo de Ministros, la norma está bloqueada en su tramitación parlamentaria.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya ha admitido que tiene “una conversación pendiente con el presidente”, en referencia a que los detalles de la ley siguen en el aire: "La clave está en que tengamos una ley ambiciosa que garantice precios asequibles en el alquiler".

"La negociación sigue abierta y, aunque se ha avanzado, todavía está lejos un acuerdo", ha explicado el portavoz de Podemos, Javier Sánchez-Serna. Una opinión que los socialistas no comparten, pues llevan días insistiendo en que el pacto es inminente. En esa línea se ha expresado la ministra de Hacienda, con recado a sus compañeros de Gobierno: "Lejos del ruido y de aquellos que hipertrofian las diferencias, me quedo con los puntos de encuentro".

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