INDICIOS DE CORRUPCIÓN Y BLANQUEO DE DINERO
Jordi Pujol pasó de negar toda sospecha en una entrevista en Espejo Público a confesar por escrito 30 años de dinero negro en el extranjero. En sólo unos meses Pujol pasó de despreciar a a la Policía a ver a la unidad de delitos económicos y financieros estrechar el cerco sobre su familia, con registros en casas y negocios.
El origen del dinero era y es la clave: la excusa familiar habla de una herencia, y el presidente Artur Mas, hijo político de Pujol, hizo suya esa versión. Pero la justicia sospechaba del cobro de comisiones a cambio de obras públicas, el ya famoso 3%. Por eso el juez también imputa a Marta Ferrusola y a tres de sus hijos por fraude y blanqueo. Todos se sientan en el banquillo, no para responder porque dicen una y otra vez que “no saben nada”.
Idéntico resultado cuando desfilan ante el parlamento catalán, que sólo sirvió para ver a Pujol abroncar a los diputados y para que su mujer, negara que fueran ricos. Es conocida su respuesta en el Parlament diciendo “no tenemos ni cinco".
Los hijos tampoco aclararon nada en sus intervenciones, aunque lo cierto es que mucho antes de este escándalo, la mayoría tenía ya sus propios problemas con la justicia.
El primogénito y su mujer están acusados, entre otras cosas, de llevar dinero negro en mochilas hasta Andorra. Oleguer Pujol está siendo investigado por la Audiencia Nacional por la compra de un hotel con dinero de un paraíso fiscal, y Oriol sigue imputado junto a su esposa en otro caso de corrupción, el de las ITV.