UN CAFÉ CON SUSANNA
Santi Vila, el que fuera conseller de Empresa del Govern de Carles Puigdemont hasta el día antes de declararse la república, considera que en este contexto "cuesta mucho serenarse", aunque espera que el paso del tiempo vaya poniendo "a cada uno en su lugar".
En su opinión, se está asistiendo a un momento "muy fanatizado en todas las casas, donde cuesta mucho hacer el contraste de ideas". Por ello, lamenta que no se pueda hacer crítica y autocrítica y considera que fue "un error" seguir siendo conseller cuando el Govern dejó de ser moderado y comenzaron a tomar fuerza las tesis de que "sólo después de una gran decisión no se produciría un desenlace en forma de negociación". "Creíamos que al final todos seríamos lo suficientemente razonables como para evitar el choque que sólo nos llevaría a consecuencias negativas a todos", analiza sobre los últimos meses.
"Creíamos que al final todos seríamos lo suficientemente razonables como para evitar el choque"
En cualquier caso, defiende que "el 1 de octubre tenía que ser una gran exhibición de fuerza, vista la incapacidad de hacer mover el Gobierno de Rajoy". De hecho, considera que desde el Gobierno central se "ninguneó" el asunto, aunque "nadie contemplaba" que fueran a acabar en la cárcel porque "esta situación de conflicto político enquistada que nos hace hacer un viaje en el tiempo". Por ello, también critica las imágenes que dejaron el 1 de octubre y diagnostica que "de aquí sólo saldremos empatizando los unos con los otros y revisando críticamente y autocríticamente lo que pasó el año pasado".
En su libro 'Héroes y traidores. El dilema de Cataluña', el político catalán trata precisamente este asunto, aunque critica la "desproporción" de los políticos que están encarcelados porque "todo el mundo ha reconocido la componente simbólica" de la declaración de la república. Así, una de las enseñanzas que destaca es que los estados deben cohesionar a la ciudadanía en torno a "valores blandos", como la democracia y la libertad de expresión, porque, de lo contrario, con "valores en calientes se entra en una senda que no sabes a dónde te va a llevar".
Además, considera que "sin Twitter habríamos convocado elecciones" y critica la "sobredimensionalización" de las redes sociales, que están "politizadas". Vila reconoce que Oriol Junqueras llegó a pensar que la convocatoria de elecciones era una crítica conllevable aunque él no la compartiera y fue después cuando "graduó su postura" hasta señalar que se saldría del Govern si se convocaban los comicios haciendo una campaña electoral "muy dura". "El gran derrotado de aquellas semanas y meses es la moderación y los moderados", sentencia.
En cuanto a la situación de ahora, el político destaca que "todo el mundo ha tomado conciencia de que es urgente formar gobierno" y que "Puigdemont y su equipo están muy decididos a mantener viva la memoria de la herida abierta", por lo que no se podrían "permitir" volver a la normalidad. Por ello, ha confesado que iría a visitar a Puigdemont si no tuviera el pasaporte retirado.
Economía de Cataluña
El exconseller de Empresa defiende que la fuga de empresas "nos debería estimular rápidamente para ver cómo podemos regenerar la imagen y la posición de Barcelona y Cataluña en el mundo".