EN SU BALANCE DEL CURSO POLÍTICO
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha afirmado que la situación en Cataluña no ha mejorado con la llegada de Sánchez a La Moncloa, sino al revés, porque la Generalitat camina hacia otro "golpe a la democracia", y además se ha incrementado el "clima de intimidación" a los jueces, fiscales, cargos públicos y catalanes de a pie que no son separatistas, mientras el presidente de Gobierno "mira para otro lado" y no les defiende.
"Sánchez no se ha pronunciado sobre este acoso a los catalanes que están defendiendo la ley y la Constitución. Nos hace falta sentir el aliento del Gobierno y no lo estamos viendo", se ha lamentado el líder naranja, en declaraciones recogidas por Europa Press.
En su opinión, la negativa de PP y PSOE a seguir aplicando el artículo 155 de la Constitución en Cataluña tras el nombramiento de un nuevo Gobierno se ha traducido en que las cuentas catalanas siguen "descontroladas", en que vuelve a haber "embajadas abiertas atacando intereses de España" y a que se haya producido una "purga" en los Mossos d'Esquadra.
"Los señores Torra y Puigdemont están decidiendo cada una de las cosas que suceden en España", ha denunciado, recordando el voto decisivo del PDeCAT para la elección de la nueva administradora de RTVE, Rosa María Mateo, o la importancia que podría tener su postura para la aprobación de unos futuros Presupuestos Generales del Estado.
Un presidente temporal "desesperado" por el poder
Para Rivera, "la situación en Cataluña va camino del lugar de donde venimos, camino del golpe a la democracia y el separatismo" y constituye "un grave error poner en manos de los separatistas a todos los españoles".
"No se puede se puede gobernar España con los que quieren liquidar España, a nadie en su sano juicio se le ocurriría salvo a un presidente temporal desesperado por llegar al poder", ha dicho.
Tras insistir en que lo que hace Sánchez es "un error" y "una irresponsabilidad", Rivera ha vuelto a defender la aplicación del 155 negociando con PP y Gobierno qué competencias pueden volver a estar en manos del Gobierno central, entre las que ha citado la supervisión de las cuentas, las embajadas catalanas y la obligación de "hacer cumplir sentencias judiciales en materia de símbolos separatistas en las calles".
En este punto, ha pedido al Ejecutivo que "limpie las calles, plazas, playas e instituciones de símbolos separatistas" porque el espacio público "es de todos" y debe ser "neutral".