ALBERT RIVERA HA SIDO LA ESTRELLA DEL ACTO

Los Reyes recepcionan a 1.500 personas en el Palacio Real, en un acto con ambiente preelectoral

En conversaciones informales los políticos han confirmado el ambiente preelectoral de la recepción. Rajoy se ha mostrado convencido de la victoria, Sánchez ha manifestado su disposición a debatir y Rivera ha reprochado la ausencia de Iglesias.

Más de 1.500 invitados han acudido a Palacio para saludar a los Reyes en la recepción ofrecida con motivo de la Fiesta Nacional, pero entre todos, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que acudía por vez primera a este acto del máximo protocolo, ha sido la "estrella", sin duda alguna.

Su foto, en el saludo a los Reyes en el Salón del Trono en el Palacio Real, ha sido una de las más esperadas por los fotógrafos, que han tenido que esperar a que apareciera, vestido con traje negro y camisa blanca, no con los demás políticos en activo, sino mucho después, detrás del exministro Eduardo Serra.

Luego, ya en el Comedor de Gala, donde se ha ofrecido un cóctel a la multitud que abarrotaba la estancia, el político catalán ha podido conversar con los Reyes durante unos diez minutos, generando una gran expectación en los periodistas presentes que se afanaban, más allá del protocolo, por averiguar el contenido de su diálogo.

Han sido varios los "corrillos" consecutivos que Rivera, un ascenso espectacular en las encuestas, ha mantenido con los muchos representantes de los medios de comunicación que este año han asistido a la recepción en el Palacio de Oriente, pero también han requerido su atención muchos invitados.

La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, con quien también ha conversado, ha confirmado su percepción de que, si el año pasado el líder socialista, Pedro Sánchez, fue la "estrella" de la recepción, este año ha sido Rivera; y ha añadido que si Sánchez "le hace ojitos" de cara a futuros pactos, ella también se los hace.

No han faltado fotografías de grupo con Rivera, selfis con teléfonos móviles y recuerdos hasta del personal de Patrimonio Nacional que durante toda la mañana ha trabajado para atender a los 1.500 asistentes distribuidos en los salones del Palacio.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido uno de los primeros en marcharse, ya que tenía que volar a Nueva York para presidir mañana el Consejo de Seguridad de la ONU, y por ello ha hablado poco con los periodistas.

Mariano Rajoy, se ha mostrado seguro de que el PP logrará "convencer" a los ciudadanos para que pueda gobernar otros cuatro años más, al tiempo que ha recordado que aunque se difunden muy diversas encuestas preelectorales, su partido figura en todas como ganador.

El jefe del Ejecutivo ha hecho hincapié en una noticia económica, a la que ha dado la máxima relevancia: el hecho de que hace una semana la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's elevara la nota de la deuda de España a un aprobado alto (de BBB a BBB+) con perspectiva estable.

Le ha acompañado su esposa, Elvira Fernández, y además ha contado con el apoyo de su gabinete casi al completo, con la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría y diez ministros presentes, que han permanecido en el cóctel una vez que él se había marchado.

Además de los representantes de las principales instituciones, han pasado por el Salón del Trono algunas autoridades que no frecuentan mucho el Palacio, como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que no ha querido comentar la ausencia del líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras el rocambolesco episodio de la invitación de Zarzuela que no encontraba en el correo electrónico.

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