REUNIÓN DE 45 MINUTOS
El Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se han reunido en el Palacio de la Zarzuela para examinar los últimos datos sobre el siniestro del Airbus de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses con 150 personas, de los que medio centenar eran españoles.
El despacho de Rajoy con el jefe del Estado ha tenido lugar después de que la fiscalía francesa anunciase que el copiloto del avión, Andreas Lubitz, se negó a abrir la puerta de la cabina al comandante cuando éste quiso volver a entrar y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen.
Fuentes de la Casa del Rey han informado de que la reunión ha durado algo más de tres cuartos de hora y, en ella, Rajoy ha transmitido a don Felipe toda la información disponible sobre la tragedia del pasado martes y sobre la atención que reciben los familiares de las víctimas. Asimismo, el jefe del Ejecutivo ha detallado al jefe del Estado los trabajos que se llevan a cabo desde el gabinete de crisis instalado en Presidencia del Gobierno, en coordinación con todas la Administraciones implicadas y con las autoridades francesas y alemanas.
Este despacho extraordinario ha tenido lugar tras la tercera reunión del gabinete de crisis, presidida en el Palacio de la Moncloa por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la que se ha informado de que ya se ha desplazado a Francia un equipo de la policía científica para prestar asistencia en las labores de identificación.
Además, el Gobierno español ha reafirmado su total apoyo a las tareas de investigación del siniestro que realizan las autoridades francesas y ha subrayado que redobla ese respaldo en la medida en que se establezca que puede ser consecuencia de una causa criminal. Así, se ha pronunciado el Ejecutivo tras conocer los datos de la fiscalía francesa sobre el accidente, que indican que el copiloto estrelló el Airbus A320 con voluntad de destruir el avión por razones que se desconocen, aunque en este momento nada permite decir que se trate de un atentado terrorista.
El Ejecutivo ha reducido de 51 a 50 el número de españoles que iban en el avión siniestrado, ya que uno de los identificados reside desde hace más de veinte años en España, pero no posee la nacionalidad, si bien ha precisado que se trata de datos provisionales. Durante el despacho celebrado en la Zarzuela, Rajoy ha tenido ocasión de comentar al Rey el resultado de su visita de ayer a Seyne-les-Alpes, la población más próxima al lugar del siniestro, donde acudió acompañado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y se encontró con el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Los tres mandatarios conversaron allí con representantes de fuerzas de seguridad, servicios de emergencia, bomberos, militares y personal sanitario, antes de una comparecencia informativa en la que Hollande garantizó a Merkel y Rajoy que se conocerán las causas de la tragedia y el jefe del Gobierno español reafirmó el compromiso de trabajar juntos para recuperar a las víctimas y atender a sus familias.
El martes, tras conocer la tragedia, los Reyes suspendieron la visita de Estado a Francia que acababan de iniciar en París, donde recibieron información de primera mano sobre el siniestro en una reunión celebrada en el Ministerio del Interior francés, a la que asistieron Hollande y el primer ministro, Manuel Valls.
Poco antes, en una improvisada comparecencia informativa junto a Hollande y doña Letizia ante el Palacio del Elíseo, don Felipe expresó sus "condolencias sinceras y de todo corazón" a las familias "que han perdido a sus seres queridos" en ese "terrible accidente" y agradeció a Francia las medidas puestas en marcha a raíz de este siniestro, así como todos los esfuerzos y las atenciones dedicadas.