CASA REAL
El año pasado, por primera vez, le vimos pasar revista a las tropas desde un coche y no andando.
Sus últimas operaciones, cinco en poco más de dos años, nos han dejado imágenes de este tipo. Esto sumado a su ausencia en algunos actos daba pie que se abriera un debate que a Don Juan Carlos incomoda: el de la sucesión.
El momento más intenso de ese debate fue tras su accidente en Botsuana. Él mismo le contó al Gobernador de Florida cómo sucedió.
Mientras el Rey estaba de cacería, España sufría el acoso de los mercados financieros. Una lluvia de críticas cae sobre el monarca. Y por primera vez en la historia se ve obligado a pedir disculpas.
Su polémico viaje, unido a las investigaciones que afectan a su yerno, Iñaki Urdangarín, deterioran la imagen de la monarquía. La Casa Real decide apartar a los Duques de Palma de los actos oficiales, publicar su presupuesto y a cuánto ascienden sus sueldos.
El rey intensifica su actividad, aún convaleciente. Tanto que en uno de sus primeros actos un mal movimiento le lleva de nuevo al hospital. Pero en menos de 24 horas reaparece en La Zarzuela. Se reúne en su despacho con el presidente del gobierno, Mariano Rajoy.
Desde entonces, hemos visto a Don Juan Carlos en audiencias, actos oficiales o viajes al extranjero. Incluso pilotando un helicóptero. Sobreesfuerzos que también le han llevado a protagonizar algún traspié.
Las rampas tienen menos peligro. Ahora intenta evitar los escalones y caminar lo justo. Quizá por eso le vimos un poco tenso con su chófer.
Además de los actos oficiales, ahora el Rey también habla desde la nueva web de la Casa Real. Se estrenó con una carta en la que pedía unidad y dejar de perseguir quimeras.