Denuncian ataques en las redes y "toques de atención"
Las discrepancias ideológicas del ´procés' invaden el trabajo de la prensa. Jefes de gabinete y políticos con agenda vinculante presionan, según Reporteros Sin Fronteras, a los periodistas que no comulgan con la independencia o que no amparan en sus letras según que métodos. Buscan, a través de "toques de atención", un mimetismo que avale el ejercicio hasta ahora declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Así es como el magma de fuerzas independentistas busca servidores en la prensa.
Cristian Segura, periodista de El País, explicó en un artículo que algunos corresponsales en España sufrían los insidiosos intentos del Govern de Cataluña de plasmar una imagen favorable sobre el proceso independentista. La publicación recogía testimonios sobre periodistas que tenían miedo "a ser linchados" por las redes sociales si su 'prensa' no era secesionista.
También Elise Gazengel, se une a la protesta de las "entusiastas" presiones del Govern. "Desde el Departamento de Comunicación de la Generalitat percibo un trato absolutamente diferente si solicito algo como corresponsal de France2 o como colaboradora de un medio español. Llevo, por ejemplo, seis meses esperando a una entrevista con el ex president de la Generalitat Artur Mas para CTXT. Si pido algo para la tele francesa, el interés es muy diferente", relata la periodista.
Dentro de ese coto de poder que pretende el Govern para con la prensa, "hay una lista de whatsapp del responsable de Comunicación de la Generalitat para corresponsales y, en él, no solo se nos facilita información y convocatorias, como es normal, sino que recibimos ‘lecturas recomendadas’ de artículos favorables al “procés”, aclaraciones y hasta correcciones", explica Elise Gazengel.
Henry de Laguérie, corresponsal, narra que en 2015 sufrió ataques "por parte de algunos cargos de la Generalitat por expresar dudas sobre temas relacionados con la independencia o la acción del Govern, he sido criticado de forma desproporcionada".
Las redes sociales se han convertido en un arma contra los que no se postulan a la alternativa secesionista, incluida la prensa. "En ningún caso he recibido insultos ni amenazas. Pero esta forma de señalar en las RRSS es muy desagradable, porque estos altos cargos, son seguidos por miles de personas que luego te asaltan. Al tener cargos oficiales, sus comentarios funcionan como semáforos verdes para miles de 'trolls', que se sienten avalados para descalificar. No doy importancia a los ataques de 'trolls', pero sí que me preocupa y no he llevado bien los comentarios de gente con cargos públicos. No obstante, quiero remarcar que estos ataques venían de personas muy concretas, en ningún caso eran generalizados", explica.
El Govern, dispuesto a imponer su estilo, acecha a los más vulnerables, los periodistas 'freelance' que no están respaldados por la redacción de un gran medio. Laguerie lo reafirma, tuvo miedo, y "en un momento dado, cuando realmente me sentí desprotegido, informé de la situación al consulado francés, para que tuviera conocimiento de las formas de ser de algunos personajes que supuestamente están pagados para ayudarte en tu trabajo".