Crisis con Argelia
La situación entre los dos países está rota a pesar de todas las veces que el Gobierno español ha negado tener un problema con Argelia tras su giro de postura sobre el Sáhara.
El 18 de marzo saltó la noticia: España y Marruecos retoman sus relaciones después de que el gobierno español reconociera la autonomía del Sáhara. Un guiño a Marruecos que no sentó nada bien ni a sus socios de Unidas Podemos, ni al resto de partidos del Congreso de los Diputados, ni mucho menos al país argelino.
España consideró la propuesta de autonomía marroquí sobre el Sáhara como la solución "más sería, creíble y realista". Y el Gobierno dijo entonces que Argelia "es un socio estratégico, prioritario y fiable, con el que pretendemos mantener una relación privilegiada". Pero la realidad no ha sido así.
Un día después, el 19 de marzo, Argelia dio un golpe sobre la mesa. Decidió llamar a consultas a su embajador en Madrid. Un hecho que desde el Gobierno no vieron como una ruptura entre los dos países. De hecho, durante los días siguientes, el presidente Pedro Sánchez y varios ministros negaron una mala relación con Argelia.
Y escuchamos frases como estas: "Argelia es un socio sólido, estratégico, prioritario, fiable para España, también como suministrador de gas"; "Estoy convencido que lo seguiremos siendo en los próximos años"; "Argelia es un país fiable que no ha faltado a su palabra y hay una relación impecable".
Unas palabras que Argelia ha desmontado hace tan sólo unas horas. Y lo ha hecho con un gesto muy claro: ha roto con efecto "inmediato" el Tratado de Amistas, Buena Vecindad y Cooperación que firmó con España hace dos décadas. También la banca argelina ha anunciado la congelación de las operaciones de comercio exterior con España.
Ante la gravedad del asunto, el ministro de Exteriores José Manuel Albares ha viajado hoy mismo hasta Bruselas para reunirse con el vicepresidente de la Comisión responsable de la política comercial de la Unión Europea. El propio Albares destacó ayer mismo que España dará "una respuesta adecuada y serena, pero firme". Aunque a estas horas el Gobierno no descarta y ya estudia una posible denuncia a Argelia ante la Unión Europea por este movimiento.