NO SE CONFIRMÓ OFICIALMENTE
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha reunido este martes por la tarde en el Palacio de la Moncloa con los cardenales y arzobispos de Barcelona y Madrid, Juan José Omella y Carlos Osoro, respectivamente, según han informado fuentes conocedoras del encuentro.
El encuentro, que no han querido confirmar oficialmente ni fuentes del Ejecutivo ni las de los arzobispados, se ha producido en el contexto de los acontecimientos que se están viviendo en Cataluña y tan solo 48 horas después de la jornada de convocatoria de referéndum ilegal.
Unos días antes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, leyó un comunicado conjunto de la Comisión Permanente en el que llamaba al diálogo ante la "grave" situación que se vive en Cataluña y pedía evitar decisiones y actuaciones "irreversibles" y de "graves consecuencias". Además, en esta declaración, que provocó malestar en el PP, los obispos se ofrecían a colaborar con el diálogo en favor de "una pacífica y libre convivencia entre todos".
Los obispos catalanes, por su parte, se han pronunciado en varias ocasiones. La última vez, este domingo ante la jornada que se vivió en Cataluña, y que llevó al cardenal Omella a calificar de "deplorable" la "situación de violencia". Además, dijo que había que encontrar una salida "pacífica y democrática".
Asimismo, la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) emitió un comunicado asegurando que "hace falta encontrar una salida pacífica y democrática a la situación que se está viviendo" en Catalunya. "La situación de violencia que se vive hoy en Catalunya es deplorable", lamentó el presidente de la CET, Jaume Pujol.
El pasado 22 de septiembre, más de 300 sacerdotes, diáconos y religiosos catalanes defendieron como algo "legítimo y necesario" votar en el referéndum del 1 de octubre. Ante la "imposibilidad" de pactar las condiciones para llevarlo a cabo de forma acordada, invitaron a los católicos y los ciudadanos catalanes a reflexionar sobre los últimos hechos y a votar.
"Vista la dificultad existente de un diálogo sereno y constructivo entre todas las partes, nos hemos sentido moralmente obligados a hacer escuchar nuestra voz en esta hora decisiva para el futuro inmediato de Catalunya y España", decía esta declaración conjunta, que no fue bien recibida por el Gobierno.