EL ASUNTO SE ESTÁ ESCLARECIENDO
Javier Ramos, que cumplía un año como rector, comparecía a las 24 horas que saliera el escándalo. Lo que comenzó como un simple error informático, acabó ante la Fiscalía por un posible delito de falsedad de documento público.
Las miradas se centraron en Enrique Álvarez Conde, el que fuera director del máster, que se defendió.
El supuesto tribunal que había evaluado a Cristina Cifuentes nunca existió. En las actas firmaban tres personas, dos de ellas, Clara Soto y Alicia Pérez de los Mozos, han declarado que les han falsificado la firma. Solo reconoce la suya Cecilia Rosado, coordinadora del máster, y su rúbrica aparece de nuevo en otra acta.
Durante estos días se han conocido a más profesores a los que se les ha falsificado la firma, como Alfredo Allué, profesor de Derecho Constitucional.
Laura Nuño, subdirectora del máster, este martes se convirtió en la primera persona en dimitir por el escándalo.
La Fiscalía continúa interrogando a los implicados y algunos profesores del máster se lo toman con humor y le escriben una carta a una alumna que nunca han tenido.